Que te vaya como te mereces
Cochabamba (Bolivia), 2015. Santiago Blanco es un investigador policial retirado. A sus cincuenta y seis años, tiene una novia, Gladis, que atiende un puesto de comida en el edificio en el que él trabaja como portero. Ese edificio es del coronel Uribe, que lo contrató cuando Blanco renunció a su puesto y llegó a vivir debajo de un puente.
Un viejo delincuente reciclado como camarero llamado Abrelatas le pide ayuda para encontrar el cadáver de su hijo, robado de la morgue. En medio de una investigación macabra, y ante la visión desoladora de una realidad corrupta, Santiago Blanco deberá resolver al mismo tiempo su futuro sentimental y existencial.
Un relato de denuncia que supone una crítica brutal a los estamentos de poder bolivianos, a los bancos arruinados, a la corrupción política, protagonizada por un personaje que dejará huella en el lector y le recordará al mejor Philip Marlowe de Chandler.
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@níb@l 2018
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