Descendiendo hasta el infierno
Ya no somos nada sin internet. Estamos enganchados al teléfono móvil todo el día consultando páginas y actualizando redes sociales, pero, ¿y si alguien nos vigila desde la red? ¿Y si accedemos, de modo accidental, a un espacio que puede despertar algo que sería mejor que permaneciera entre los bits en los que ha sido encerrado?
Si algún autor o dueño de derechos, se siente perjudicado por este paupérrimo blog, por favor avísenme y prometo desincorporar sus datos en forma inmediata... GRACIAS.
@níb@l 2018
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