“El Sistema No Nos Registra Y No Busca Hacerlo”
ENTREVISTA A LA MAPUCHE IRMA KAUPAN
El pasado 21 de abril, se realizó la 1era. Marcha de Mujeres Originarias por el Buen Vivir. Contó con la participación de más de doscientos miembros de pueblos Originarios y referentes de organismos de DDHH, como la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas (Línea Fundadora) , el periodista e historiador Osvaldo Bayer, el artista plástico Andrés Zerneri y diputados nacionales –entre ellos, Claudio Lozano (FAP) y Alcira Argumedo (Projecto Sur).
La movilización partió desde el monumento a Julio Argentino Roca -ubicado en Perú y Alsina - y culminó en el Congreso donde se entregó el anteproyecto de ley por el “Buen vivir”.
La movilización partió desde el monumento a Julio Argentino Roca -ubicado en Perú y Alsina - y culminó en el Congreso donde se entregó el anteproyecto de ley por el “Buen vivir”.
La mapuche Irma Kaupan es una de las organizadoras de la marcha. Con simpleza y amabilidad abre las puertas de su casa a Tribuna de Periodistas.
Su sonrisa se torna en seriedad cuando comienza a hablar sobre la importancia del mencionado anteproyecto.
- ¿Qué se necesita para ser parte del “buen vivir”?
- En primer lugar, no vivir mejor a costa de que otro viva peor. Es vivir con dignidad, armonía, inclusión y diversidad cultural.
Hoy, el sistema está preparado para algo individualista, consumista. No tiene nada que ver con el buen vivir. Está totalmente alejado.
La propuesta no sólo abarca a los seres humanos, sino también a la flora y fauna. Es necesario que volvamos a conectarnos con ellas.
-¿Cómo surgió la marcha?
- De la necesidad que se nos escuche y se nos vea. Mostrar que existimos y somos parte de la Argentina. Además , manifestar que el buen vivir es para todos. Pese a que fuimos las mujeres quienes organizamos todo esto, no era una marcha feminista ni sólo para Originarios. Defendemos el territorio, para nosotros es la vida. La naturaleza es lo fundamental, lo que justamente te conecta y te devuelve la vida y en esta misión hay muchos colectivos y muchas miradas que se unen.
- La marcha se realizó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero la convocatoria fue a nivel nacional. ¿Fue difícil organizarla?
- Fue un proceso arduo que nos llevó dos años donde hubo varias reuniones junto a las mujeres de las 36 naciones. Entre ellas: Pigala, Wichi, Huarpes, Comechingones, Mapuches y Quom. Además de la marcha, se buscaba redactar un documento que reflejara las necesidades de cada comunidad. No fue nada fácil llegar a un consenso. Tené en cuenta que cada uno tiene su mirada, su idioma y hasta sus tradiciones, pero fue más fuerte la necesidad de vida, de unidad y de poder concebir algo nuevo.
- ¿Qué quieren generar con esta movilización?
- Otra mirada, otra lógica. A mí me conmueve. No es que no se tenga memoria sino que queremos generar algo nuevo. Dar el puntapié inicial a otras cosas que forjen unidad y lleven a construir, porque si no, seguimos con el odio que nos paraliza y en este momento donde los territorios son devastados, las mineras nos van arrasando y ya no tenemos agua. O nos ponemos de acuerdo o terminamos mal todos. Duele pero el sistema está con la mirada en otra cosa.
- ¿Cómo es eso? ¿ Se sienten invisibilizados?
- El sistema no nos registra y no busca hacerlo. No le conviene. Si hay una presidenta que dice que somos todos somos inmigrantes, es porque no nos registra y esto queda en el imaginario colectivo.
Otra parte del sistema son los medios de comunicación. Para ellos tampoco existimos. Con excepción de canal 7 que mostró algo, ningún otro canal se hizo eco de nuestra convocatoria. Fueron los “medios alternativos” los que nos acompañaron y ayudaron a difundir el encuentro.
- Hay sectores de la sociedad que niegan la llamada “conquista del desierto” como genocidio. ¿Para ustedes el fin justificó los medios?
- Sin duda lo justificó para esos sectores. De allí la importancia y el significado de comenzar nuestra marcha desde el monumento que le pertenece a Julio Argentino Roca. No olvidamos la matanza y la situación de esclavitud a la que fueron sometidos los pueblos luego de culminada la “conquista”. En ese entonces no cabíamos en el sistema y hoy tampoco tenemos un lugar. Sufrimos una especie de genocidio silencioso. De lo contrario ¿Cómo se explica que los hermanos Quom, que hace más de 2 meses están acampando en 9 de julio y Av. de Mayo, nadie los reciba? Sin ir más lejos, mientras nosotros marchábamos el 24 de marzo por los Derechos Humanos, estaban apaleando a los hermanos Wichi en Formosa el mismo día. Aun así, seguimos sosteniendo que el buen vivir y la unidad son fundamentales.
- ¿Qué se puede hacer para que la sociedad comprenda su lucha?
- Ampliar el campo visual. Creo que hay conocimiento, pero a mucha gente le conviene seguir con su mirada. La última elección que estuve como autoridad de mesa en Caballito, me costó entender cómo es que ganaba el Pro. ¿Dónde estamos mirando? Esos pequeños registros te dan la pauta en macro, te sirven para visibilizar donde mira la gente.
Ser críticos. Pensar por nosotros mismos también ayudaría. No creer todo lo que dicen los medios. Si dejás que piensen por vos, estás errado. Van a buscar condicionarte y mostrar lo que ellos quieren.
-Tras esta primera convocatoria. ¿Cuáles son los pasos a seguir?
-Estamos reforzando nuestras necesidades, nuestras metas. A largo plazo, la idea es empezar a convocar a toda la gente que nos acompañó para poder escuchar propuestas y empezar a generar un movimiento nuevo donde el ser humano deje su mirada individualista y se conecte con la tierra.
Entrevista: Gabriel Bianco
Producción periodística: Néstor Genta
@nib@l 2015
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