País hecho pelota
Editorial de Alfredo Leuco en Le doy mi palabra
No digo ninguna novedad pero vale la pena repetirlo: el fútbol es un espejo del país. Dime que tipo de violencia hay en las canchas y te diré quien eres. Anoche, en la Bombonera, la inseguridad, ignorada desde el comienzo por el kirchnerismo, desmostró toda su potencia y capacidad de destrucción. Sesenta mil personas inocentes estuvieron a punto de ser metidos en una tragedia brutal por una banda de delincuentes que nadie puede controlar. Solo la madurez de la inmensa mayoría evitó que semejante verguenza nacional terminara con muertos en las tribunas o en las calles. Anoche padecimos en un estadio y en vivo y en directo, la misma degradación moral que vivimos cotidianamente en todo el territorio argentino. De un lado, un grupo de criminales que hacen lo que se les canta porque saben que nunca los van a encontrar y que, si de casualidad, los detienen, un sector de la justicia lo va a dejar libre en un par de horas. Por eso actúan con tanta ferocidad. Porque se sienten los patrones del mal. Se sienten impunes. Nunca les pasa nada. Siempre quedan libres. Esos pistoleros y criminales están por todos lados. Son grupos comandos mafiosos que viven para robar, traficar droga y asesinar. Por momentos son barras bravas de cualquier club, por momentos son grupos de choque y apriete de sindicalistas y partidos políticos pesados, por momentos son los que les hacen el trabajo mas sucio a los sucios carteles de la droga. Y lo peor es que nunca están solos. Siempre cuentan con la complicidad de un sector de la dirigencia política y los gobiernos, de una parte de la policía y también de la justicia.
Acá, entre los jueces, hay claramente dos grupos que hacen el mismo daño a la sociedad pacífica y laburante. Unos son partícipes necesarios por plata, porque se llevan una parte del botín. Son cómplices de los distintos tipos de delito: puede ser venta de entradas bajo la mesa, falopa, trapitos que de prepo te cobran extorsivamente lo que quieren. Pero hay otros que lo hacen en nombre de un falso progresismo. Se autotitulan garantistas porque viven en un frasco de ideologitis y no caminan por la calle. Pero con Eugenio Zaffaroni a la cabeza lograron instalar lo que futbolísticamente sería el “siga, siga” de Francisco Lamolina. Son los que siempre encuentran una justificación para favorecer a los delincuentes y dejar desprotegidas a las víctimas.
Vamos a decirlo con toda claridad. Este no es un problema del fútbol o de los clubes. Los delincuentes que ayer tiraban botellas a matar o dispararon el gas pimienta tienen que ir presos no importa que camiseta lleven puesta. En general son hinchas del crimen organizado. Este es un problema cultural que deberá afrontar con fuerza el próximo gobierno porque los Kirchner en lugar de aportar soluciones ayudaron a multiplicar estos problemas. Con la excusa de no criminalizar la protesta social, cosa que esta bien, los muchachos kirchneristas miraron para otro lado y colocaron en lugar de víctima del sistema capitalista a cuanto delincuente atente contra la vida y la paz de los argentinos honestos. Se creen revolucionarios por defender a las minorías criminales y por darle la espalda a las mayorías que son víctimas. Anoche, las mayorías que fueron con sus hijos o con sus esposas o con sus padres a vivir un fiesta deportiva, se fue a la casa amargada, frustrada, con miedo. La minoría delicitiva anda por las calles gastando el dinero robado y riéndose de las leyes.
Ojo con esto. Ningun gobierno podrá solucionar los graves problemas de narcotráfico y delito que tenemos sin primero no mete preso para siempre a esa lacra que se infiltra en las canchas, entre las multitudes. Es matemática básica. Quien no puede lo menos, no puede lo mas. Que mierda van a solucionar la inseguridad atroz y galopante que vivimos si no son capaces de ponerse los pantalones y en dos meses meter presos a los 200 delincuentes que hay que cada hinchada. El día que logren eso les vamos a creer que pueden controlar los robos, las drogas y los crimenes.
Esta es la verdad. Sergio Berni le echa la culpa a Boca y a la ciudad porque quiere perjudicar a Mauricio Macri. Daniel Angelici le echa la culpa a la Policía Federal y al desastroso operativo que hicieron para castigar al gobierno de Cristina. Y la verdad es que toda la clase dirigente es corresponsable de los que nos pasa. En las canchas y en las calles. Son más responsables, por supuesto, los que van para 12 años en el poder, los que elogian a los barras, como hizo Cristina y los que queman la plata de Fútbol Para Todos en autobombo oficial en lugar de usar esos fondos en educación, prevención y combate al delito en el deporte.
El futuro presidente tiene que dinamitar esa cultura de que todo esta permitido y de que nadie va preso y de que nadie paga por lo que hace. Hay que dar señales fuertes. ¿Que miedo van a tener los pistoleros callejeros si sus pares de saco y corbata, como Amado Boudou, siguen de vice presidentes de la nacion pese a tener dos procesamientos? Hay que dar señales claras de que se acabó la joda. Juntar a los mejores jueces, a los policías mas honestos y eficientes y a los funcionarios públicJu mas éticos y planificar todos juntos una epopeya para erradicar la violencia de las canchas y de las calles. Basta de justificiar a los que violan la ley. Basta de proteger a los delincuentes. Que todo el peso de la ley les caiga encima. No se puede vaciar de autoridad a la autoridad. Anoche la policía tenía miedo de actuar. Nadie les pide mano dura ni que violen la ley. Solo que defiendan a los millones de argentinos que no robamos, no matamos ni traficamos droga. El gobierno que logre hacer eso tendrá el gran reconocimiento de todos los ciudadanos. Queremos vivir en paz con nuestras familias. Trabajar, estudiar, divertirnos sin tener miedo a perder la vida. ¿Eso es demasiado pedir? Estan absolutamente equivocados los que dicen que hay que suspender el fútbol. Esa sería la victoria del delito y la derrota de la gente honesta. Es como cerrar una fábrica o una escuela porque en la esquina venden droga o asaltan a los alumnos o a los obreros. Hace falta una epopeya de estado contra la delincuencia. Queremos funcionarios decentes en el gobierno y delincuentes en la cárcel. Como todas las sociedades civilizadas del mundo. Es la Argentina, estúpidos. Es la inseguridad, estupidos. Queremos un país en serio. Pero tenemos un país hecho pelota.
Acá, entre los jueces, hay claramente dos grupos que hacen el mismo daño a la sociedad pacífica y laburante. Unos son partícipes necesarios por plata, porque se llevan una parte del botín. Son cómplices de los distintos tipos de delito: puede ser venta de entradas bajo la mesa, falopa, trapitos que de prepo te cobran extorsivamente lo que quieren. Pero hay otros que lo hacen en nombre de un falso progresismo. Se autotitulan garantistas porque viven en un frasco de ideologitis y no caminan por la calle. Pero con Eugenio Zaffaroni a la cabeza lograron instalar lo que futbolísticamente sería el “siga, siga” de Francisco Lamolina. Son los que siempre encuentran una justificación para favorecer a los delincuentes y dejar desprotegidas a las víctimas.
Vamos a decirlo con toda claridad. Este no es un problema del fútbol o de los clubes. Los delincuentes que ayer tiraban botellas a matar o dispararon el gas pimienta tienen que ir presos no importa que camiseta lleven puesta. En general son hinchas del crimen organizado. Este es un problema cultural que deberá afrontar con fuerza el próximo gobierno porque los Kirchner en lugar de aportar soluciones ayudaron a multiplicar estos problemas. Con la excusa de no criminalizar la protesta social, cosa que esta bien, los muchachos kirchneristas miraron para otro lado y colocaron en lugar de víctima del sistema capitalista a cuanto delincuente atente contra la vida y la paz de los argentinos honestos. Se creen revolucionarios por defender a las minorías criminales y por darle la espalda a las mayorías que son víctimas. Anoche, las mayorías que fueron con sus hijos o con sus esposas o con sus padres a vivir un fiesta deportiva, se fue a la casa amargada, frustrada, con miedo. La minoría delicitiva anda por las calles gastando el dinero robado y riéndose de las leyes.
Ojo con esto. Ningun gobierno podrá solucionar los graves problemas de narcotráfico y delito que tenemos sin primero no mete preso para siempre a esa lacra que se infiltra en las canchas, entre las multitudes. Es matemática básica. Quien no puede lo menos, no puede lo mas. Que mierda van a solucionar la inseguridad atroz y galopante que vivimos si no son capaces de ponerse los pantalones y en dos meses meter presos a los 200 delincuentes que hay que cada hinchada. El día que logren eso les vamos a creer que pueden controlar los robos, las drogas y los crimenes.
Esta es la verdad. Sergio Berni le echa la culpa a Boca y a la ciudad porque quiere perjudicar a Mauricio Macri. Daniel Angelici le echa la culpa a la Policía Federal y al desastroso operativo que hicieron para castigar al gobierno de Cristina. Y la verdad es que toda la clase dirigente es corresponsable de los que nos pasa. En las canchas y en las calles. Son más responsables, por supuesto, los que van para 12 años en el poder, los que elogian a los barras, como hizo Cristina y los que queman la plata de Fútbol Para Todos en autobombo oficial en lugar de usar esos fondos en educación, prevención y combate al delito en el deporte.
El futuro presidente tiene que dinamitar esa cultura de que todo esta permitido y de que nadie va preso y de que nadie paga por lo que hace. Hay que dar señales fuertes. ¿Que miedo van a tener los pistoleros callejeros si sus pares de saco y corbata, como Amado Boudou, siguen de vice presidentes de la nacion pese a tener dos procesamientos? Hay que dar señales claras de que se acabó la joda. Juntar a los mejores jueces, a los policías mas honestos y eficientes y a los funcionarios públicJu mas éticos y planificar todos juntos una epopeya para erradicar la violencia de las canchas y de las calles. Basta de justificiar a los que violan la ley. Basta de proteger a los delincuentes. Que todo el peso de la ley les caiga encima. No se puede vaciar de autoridad a la autoridad. Anoche la policía tenía miedo de actuar. Nadie les pide mano dura ni que violen la ley. Solo que defiendan a los millones de argentinos que no robamos, no matamos ni traficamos droga. El gobierno que logre hacer eso tendrá el gran reconocimiento de todos los ciudadanos. Queremos vivir en paz con nuestras familias. Trabajar, estudiar, divertirnos sin tener miedo a perder la vida. ¿Eso es demasiado pedir? Estan absolutamente equivocados los que dicen que hay que suspender el fútbol. Esa sería la victoria del delito y la derrota de la gente honesta. Es como cerrar una fábrica o una escuela porque en la esquina venden droga o asaltan a los alumnos o a los obreros. Hace falta una epopeya de estado contra la delincuencia. Queremos funcionarios decentes en el gobierno y delincuentes en la cárcel. Como todas las sociedades civilizadas del mundo. Es la Argentina, estúpidos. Es la inseguridad, estupidos. Queremos un país en serio. Pero tenemos un país hecho pelota.
@nib@l 2015
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