domingo, 12 de abril de 2015

El dinero, en la deKada ganada !!

¿Como se hace para pagar, si NO hay billetes?
¿La verduleria?
¿El super chino?
¿Al comercio informal FOMENTADO por las politicas KK?
¿A los que NO quieren pagar comisiones bancarias?




Cajeros colapsados: Por falta de billetes más grandes, ahora se los recarga dos veces al día

Los primeros días del mes, al cobrar el sueldo, los caudales llenan los ATM con $ 800.000 y a las cuatro horas ya quedan vacíos. Es porque el billete de mayor denominación no llega a equivaler ni a u$s 10, si se toma el valor del dólar ahorro. Hasta las transportadoras de caudales reclaman por billetes más grandes por seguridad: la parada en un banco para descargar dinero dura 45 minutos, cuando debería durar 15

 Cajeros colapsados: Por falta de billetes más grandes, ahora se los recarga dos veces al día
Cajeros colapsados: Por falta de billetes más grandes, ahora se los recarga dos veces al día
Los primeros días del mes, cuando las empresas pagan los sueldos, los cajeros automáticos no dan abasto: los cargan a la mañana temprano y a las cuatro horas los $ 800.000 que entran como máximo desaparecen. Claro que, para llegar a ese monto, deben poner sólo billetes de $ 100, ya que entran 2.000 billetes en cada una de las cuatro gavetas.

"En el Palacio de Hacienda o en Tribunales, los jueces y empleados extraen de a $ 5.000 los días pico y lo vacían enseguida, entonces al mediodía ya hay que ir a reponer el dinero", revelan en el sector financiero.
Por lo general, los camiones de caudales llenan los cajeros de madrugada, entre la medianoche y las seis de la mañana. Los días de mucha demanda, como son los fines de semana y fuera del horario bancario en shoppings, supermercados y estaciones de servicio, deben hacer una segunda visita para reponer el stock.

"Con sólo 400 transacciones de $ 2.000 el cajero ya se vacía. Si bien el promedio de extracción está en $ 1.500, a principios de mes es común que se saque de a $ 3.000, mientras a fin de mes se suele extraer de a $ 1.000, porque ya no les queda más en la cuenta", revelan en el ambiente. La razón es muy simple: hoy en la Argentina el billete de mayor denominación no llega a equivaler ni siquiera u$s 10 a valor del dólar ahorro.


De todos modos, en el gobierno ya tendrían listas las plantillas de diseño con los billetes de $ 200, $ 500, y hasta de $ 1.000. Faltaría armar el boceto del billete, la plancha y la impresión, proceso que lleva entre ocho meses y un año hasta tener al billete en el mercado. Aunque la decisión política sería de no hacerlo todavía.

Lo cierto es que los cajeros funcionan del mismo modo que un auto: mientras más kilómetros hace, más rápido hay que mandarlo al service. Lo mismo ocurre con los ATM, que pueden llegar a hacer 30.000 transacciones mensuales, con lo cual requieren mucho mantenimiento. El problema es que los repuestos son importados y cuesta conseguirlos, ya que el gobierno retacea las divisas. En rigor, los equipos que más se utilizan se rompen hasta una vez por mes. El lado positivo es que, al no haber billetes grandes, el robo de cajeros no es negocio en la Argentina, mientras en Chile se roban uno por semana.

Reclamo de los caudales

Podría pensarse que las empresas transportadoras de caudales son las más favorecidas con los billetes chicos. Sin embargo, hasta la cámara que los agrupa pidió informalmente al Banco Central por billetes más grandes, porque los hace ineficientes. Los camiones cobran una cuota sobre el monto que transportan: para llevar ‘una bala’ ($ 100.000) se necesita 1.000 billetes de $ 100, mientras que para trasladar ‘un fajo’ ($ 10.000) se requieren 100 billetes de $ 100. "Por lo tanto, al no haber billetes de mayor denominación, necesitás más recursos, más bultos y hacer paradas más prolongadas, ya que el portavalor no puede llevar más de un bulto, porque en la otra mano debe tener su arma. Al tener que bajar tantos bultos, una parada que debería durar 15 minutos tarda 45, con el agravante del riesgo que conlleva el mayor tiempo de descarga", admite un directivo del sector.

Las transportadoras preferirían facturar menos pero ser más eficientes, al tener menores costos, con lo cual conservarían su margen de ganancia. A los empleados no les atrae trabajar los sábados y domingos para hacer horas extras porque ese ingreso se termina diluyendo por el impuesto a las ganancias, al subir de escala por el mayor sueldo: "El costo de la ineficiencia es muy alta, ya que tenés gente muy cansada que trabaja 12 horas por día, descansa siete horas y vuelve a trabajar para hacer horas extras", se quejan.
Para los bancos, el manejo de efectivo con billetes de sólo $ 100 les genera enormes costos logísticos.
@nib@l  2015

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