Cabral, soldado heroico
editorial de Alfredo Leuco en Le doy mi palabra
Cristina está en operaciones y conduce el avance del chavismo judicial a paso redoblado y a tambor batiente. Su lugarteniente es Carlos Zannini y el objetivo es el de siempre: llenar de jueces y fiscales amigos los tribunales y tirar por la ventana a los magistrados que tienen el coraje cívico de intentar ser independientes. La domesticación de la justicia siempre fue un objetivo estratégico de los Kirchner allí donde les tocó gobernar. Desde la intendencia de Río Gallegos hasta la República Argentina pasando por la gobernación de Santa Cruz. Este atropello autoritario a la división de poderes, perpetrado por la presidenta y sus cómplices pretende garantizar impunidad para todos y todas. Por eso el desplazamiento del juez Luis María Cabral fue claramente ilegal e inconstitucional pero es apenas un engranaje mas en la cadena de ataques que no para nunca. Hay apellidos que lo han padecido y lo padecen. Hablamos del fiscal Jose María Campagnoli, del fiscal Alberto Nisman, de un procer llamado Carlos Fayt, de los intentos desesperados de sacar de la causa Hotesur al doctor Claudio Bonadío, del empujón que le quieren dar al juez Eduardo Farah y del que ya sufrió el castigo como el juez federal de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martinez.
Son casos distintos pero todos están unidos por la misma gravedad institucional. Quieren sacar del medio y que no se haga justicia en el Pacto tenebroso que firmaron con Irán, en la investigación de la familia Kirchner y el lavado de dinero de Lázaro Báez y en cualquier otra causa que ponga en riesgo la libertad Cristina y su gente. Por eso el fiscal Raul Plee le pidió directamente a la Corte Suprema que actúe. Por eso el doctor Juan Carlos Geminiani, esta mañana remitió la causa al máximo tribunal. Por eso el PRO presentó una denuncia penal. Por eso se generó una avalancha de repudios por la operación del Consejo de la Magistratura que lesionó la democracia. El responsable de la Auditoría General de la Nacion, Leandro Despouy dijo que Cabral es una nueva víctima que se cobra el Pacto con Irán. Por lo menos no lo suicidaron, replicó con amargura un tuitero francotirador.
Federico Pinedo fue descarnado y brutal: dijo que esto es lo mismo que un golpe militar y que los responsables van a ir en cana.
Por eso distintas agrupaciones sindicales, de abogados, de jueces, y organizaciones no gubernamentales y partidos políticos están convocando a una manifestación el próximo 7 de julio a las 18 horas en Tribunales. Que todo el mundo sepa que el gobierno de Cristina ordenó violar las garantías del juez imparcial. Todas las convenciones de los derechos humanos garantizan la estabilidad de los jueces. Y sin eso no se puede impartir justicia. Es una amenaza a todos los magistrados. Porque van a estar pensando que pueden ser desplazados de su cargo si no fallan como le gusta al gobierno nacional. Es humillante y vergonzoso que esto ocurra a 32 años de recuperada la democracia. Cabral tuvo un actitud digna durante durante la dictadura. Defendió presos y presentó habeas corpus por los detenidos desaparecidos cosa que no hicieron Ni Néstor ni Cristina. Militaba junto a Jorge Abelardo Ramos y nunca tuvo una agachada.
Hoy, el autoritarismo y el patoterismo de estado va ganando terreno minuto a minuto. Y si el chavismo judicial se consolida el paso siguiente es el chavismo político.
Voltear a Cabral es abrir la compuerta para que pase el resto de la infantería de Injusticia ilegítima. Es el comienzo del copamiento final de la justicia. La toman por asaldo y resucitan los viejos fantasmas nefastos de “al enemigo ni justicia”. Es frenar cualquier tipo de condena al poder político. Es como colocarle a Cristina la coronita de reina.
El juez Luis María Cabral hoy representa mucho mas que su persona. Es un símbolo de la lucha por la justicia y la libertad. Es el escudo de los ciudadanos para decir : “no pasarán”. No quiero cometer una herejía histórica pero ese apellido ilustre me lleva hacia La Marcha de San Lorenzo. Dice por allí: “Cabral, soldado heróico / cubriéndose de gloria”. Y termina celebrando que el arrojo de Cabral salvó la libertad naciente. Ojalá aquellas glorias patrióticas nos iluminen en estos tiempos de cólera del chavismo naciente.
Son casos distintos pero todos están unidos por la misma gravedad institucional. Quieren sacar del medio y que no se haga justicia en el Pacto tenebroso que firmaron con Irán, en la investigación de la familia Kirchner y el lavado de dinero de Lázaro Báez y en cualquier otra causa que ponga en riesgo la libertad Cristina y su gente. Por eso el fiscal Raul Plee le pidió directamente a la Corte Suprema que actúe. Por eso el doctor Juan Carlos Geminiani, esta mañana remitió la causa al máximo tribunal. Por eso el PRO presentó una denuncia penal. Por eso se generó una avalancha de repudios por la operación del Consejo de la Magistratura que lesionó la democracia. El responsable de la Auditoría General de la Nacion, Leandro Despouy dijo que Cabral es una nueva víctima que se cobra el Pacto con Irán. Por lo menos no lo suicidaron, replicó con amargura un tuitero francotirador.
Federico Pinedo fue descarnado y brutal: dijo que esto es lo mismo que un golpe militar y que los responsables van a ir en cana.
Por eso distintas agrupaciones sindicales, de abogados, de jueces, y organizaciones no gubernamentales y partidos políticos están convocando a una manifestación el próximo 7 de julio a las 18 horas en Tribunales. Que todo el mundo sepa que el gobierno de Cristina ordenó violar las garantías del juez imparcial. Todas las convenciones de los derechos humanos garantizan la estabilidad de los jueces. Y sin eso no se puede impartir justicia. Es una amenaza a todos los magistrados. Porque van a estar pensando que pueden ser desplazados de su cargo si no fallan como le gusta al gobierno nacional. Es humillante y vergonzoso que esto ocurra a 32 años de recuperada la democracia. Cabral tuvo un actitud digna durante durante la dictadura. Defendió presos y presentó habeas corpus por los detenidos desaparecidos cosa que no hicieron Ni Néstor ni Cristina. Militaba junto a Jorge Abelardo Ramos y nunca tuvo una agachada.
Hoy, el autoritarismo y el patoterismo de estado va ganando terreno minuto a minuto. Y si el chavismo judicial se consolida el paso siguiente es el chavismo político.
Voltear a Cabral es abrir la compuerta para que pase el resto de la infantería de Injusticia ilegítima. Es el comienzo del copamiento final de la justicia. La toman por asaldo y resucitan los viejos fantasmas nefastos de “al enemigo ni justicia”. Es frenar cualquier tipo de condena al poder político. Es como colocarle a Cristina la coronita de reina.
El juez Luis María Cabral hoy representa mucho mas que su persona. Es un símbolo de la lucha por la justicia y la libertad. Es el escudo de los ciudadanos para decir : “no pasarán”. No quiero cometer una herejía histórica pero ese apellido ilustre me lleva hacia La Marcha de San Lorenzo. Dice por allí: “Cabral, soldado heróico / cubriéndose de gloria”. Y termina celebrando que el arrojo de Cabral salvó la libertad naciente. Ojalá aquellas glorias patrióticas nos iluminen en estos tiempos de cólera del chavismo naciente.
@nib@l 2015
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