miércoles, 4 de febrero de 2015

MILANI ESPÍA PARA LA CORONA


MILANI ESPÍA PARA LA CORONA.


Hoy estamos tratando la Ley Milani. Esto es un ejemplo de cómo hablar de algo sin hablar de lo más importante.
Hay que decirlo con todas las letras, el funcionario más importante no es Capitanich, es Milani. Él es quien espía, señala e informa a la presidenta. A Milani no lo tocan porque todas las mañanas le dice a la presidenta qué hacemos los que la criticamos.
Por primera vez en la historia democrática, el Jefe del Ejército es también el jefe de la Dirección General de Inteligencia y esa dirección recibió en cinco años un aumento presupuestario del 158%. ¿Quién espía para quién en Argentina?
Acá llegamos por Nisman. Hasta hace dos semanas, la presidenta no se quejó ni una vez de la SIDE. Un Gobierno acostumbrado a extorsionar nunca prescinde de un servicio para espiar. Por eso nadie toca a Milani. Si la Justicia no le hace caso, necesita espías para extorsionar. Sin Justicia adicta y sin espías oficialistas, al kirchnerismo se le hace trizas el sueño de impunidad eterna.
El modelo funciona a base de Oyarbides y Milanis. Sin ellos, el kirchnerismo sería solo un Gobierno terminando su mandato. Los espías, la plata de la soja y los medios afines, sobre esas tres patas construyeron el kirchnerismo.
Relato, caja y extorsión, con eso tenemos que terminar en Argentina, y en eso tenemos que enfocarnos todos los que queremos el cambio.
Los barrabravas en los actos, los moreno en los escritorios y los espías en la calle. Esa es la política que imperó doce años en Argentina a gusto y placer de la familia Kirchner.





@nib@l  2015

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