Ultimo fin de año ganado
Se nos fue el año, Compañera Jefa. Parece que hubiera sido ayer cuando usted dijo que “los que quieran una devaluación van a tener que esperar otro gobierno” y ya estamos otra vez en diciembre, con calorcito, mallita, turroncitos, y bien devaluaditos. ¿Cómo pasa el tiempo, no?
Terminamos el año pasado con un 10,9% de inflación mientras la opo/corpo/majulera decía que, en realidad, no bajaba del 25%, ¿se acuerda? Y llegamos a este fin de año con la opo/corpo/majulera gritando que estamos cerca del 40% mientras Kicillof nos tranquiliza a todos diciendo que fue sólo del 25%. Es obvio que ellos mienten porque un país con 40% de inflación, como usted muy bien explicó hace dos años en Harvard, estallaría por los aires (no me acuerdo bien si dijo 25% o 40%, pero para el caso es lo mismo).
Visto a la distancia, el año se fue dando tal como se veía venir. Por ejemplo, releyendo mi última nota del año pasado resaltaba con preocupación que Capitanich había arrancado como un promisorio demócrata moderno con perfil de estadista y que, por suerte, a la semana ya andaba puteando contra Clarín y todo el opocorpomajulismo. El párrafo remataba así: “…el tipo ya va entendiendo cómo se juega en el kirchnerismo, en cualquier momento lo vamos a ver explicando que la inflación no existe y que el modelo de inclusión social es un suceso...”
Dicho y hecho. No me equivoqué. En sólo un añito pasó de ser una promesa de moderno peronista democrático a este simpático Muppet que nos deleita con su show de cada mañana. Si el plan era arruinarlo Jefa, lo logró más rápido de lo previsto.
Ahora le llegó el turno a Aníbal. No se cuánto va a tardar usted en destrozarlo, pero me da la impresión de que no le va a tener ninguna piedad. Mandarlo públicamente a comprar un pesebre, a una semana de asumir, es un poco humillante. El tweet presidencial exacto y devastador fue: “el Cardenal Poli me hizo notar que al inmenso árbol de navidad en la entrada de la Casa Rosada le faltaba el pesebre. Tenía razón. Ya mandé a armar uno bien grande y lindo a Aníbal Fernández.” Era Navidad Jefa, no costaba nada un poquito de misericordia.
Dicho sea de paso: ¿quién hubiera dicho dos años atrás que usted iba a andar a las corridas comprando pesebres? Me encanta el ataque de fe que les agarró desde el día en que Bergoglio se transformó en Francisco. En realidad, no fue ese mismo día. Tuvieron que dejar pasar un par de semanas para amortiguar el golpe y pegar el volantazo. Pero, por suerte, ahora ya somos el proyecto nacional, popular y eclesiástico. No le agrego la palabra hotelero para no herir susceptibilidades.
En relación a eso, y a diferencia de lo que opinó la opo/corpo/majulera, yo apoyo su decisión de armar el directorio de Hotesur S.A. con sus propios familiares. Hijo, hija, nuera, hermana, sobrina, etc etc. Me parece perfecto. Ya tengo el lema publicitario: “Hotesur SA, atendido por sus dueños”. Se lo regalo. Además, ¿qué pretendía el opocorpomajulismo? ¿un directorio con testaferros? ¡Imposible! Ya los usaron todos, no les quedan más.
Yo sé que por estas cosas los están empezando a perseguir y que se vienen tiempos duros, pero habrá que bancársela. Qué bien que estábamos cuando el problema era Boudou y Ciccone, ¿no?
Veo que para empezar a operar en este asunto, lo mandó a Parrilli al frente de la Secretaría de Inteligencia. Y bueno, si eso es lo más inteligente que tenemos, que vaya nomás. Fue acompañado por unos pibes de La Cámpora. No sé... yo los veo medio tiernitos. Me parece que para los pesados de Inteligencia, los pibes de La Cámpora van a ser el finger food de fin de año. Un simple bandejeo de arrolladitos primavera para la liberación.
El que tuvo un año difícil fue Kicillof, “el chiquito” (no me quedó claro si usted lo llamó así para ayudarlo o para arruinarlo. Creo que a él tampoco le quedó claro).
El tipo tuvo que devaluar, subir las tasas de interés, anunciar la baja de subsidios, garparle todo al Club de París con punitorios, multas y cometas, garparle a Repsol una guita que todavía deben estar festejando en Madrid, y no sé cuántas cosas más. Todo esto para poder salir a los mercados a ver si alguien nos tiraba una anchoa, pero apareció Griesa y se pudrió todo. No llegó ni un sope. Salvo lo que nos acercaron los chinos que nadie sabe muy bien qué es, ni qué vale, ni cómo se devuelve, ni nada. Menos mal que Kicillof se define como marxista, porque si hubiera sido menemista y neoliberal como fueron ustedes en los ‘90, nos hundía para siempre.
Lo que sí le salió tal cual estaba previsto fue el canje de Boden 2015 por Boden 2024. Lo anunciaron un jueves, el viernes aclararon algunos puntos, el lunes fue feriado, el martes los bancos tuvieron que explicar los procedimientos a sus gerentes, oficiales de cuenta y operadoras telefónicas, y luego los inversores tuvieron miércoles, jueves y viernes para decidirse. Obviamente así nadie canjeó un puto bono, como era de prever. Pregunta: ¿tienen en mente alguna otra genialidad o hasta aquí llegamos, nomás? Más allá de todo, yo creo que estos son asuntos menores. La cuestión de fondo se resume en
tres ejes: si la década ganada aprovechó la bonanza regional, si se mejoró la calidad institucional y el estado de derecho, y si se garantizó el control sobre toda forma de autoritarismo. Lo demás es chiquitaje, incluidos Lázaro y Boudou. Yo no le voy a dar una respuesta. Estamos en Navidad. Háblelo con su almohada.
Mientras tanto, cuídese. Pedirle que no se enoje ni se haga mala sangre, a esta altura y después de 7 años, parece medio inútil. Sin embargo siempre se está a tiempo de cambiar.
Sólo hace falta querer hacerlo. Piénselo. Personalmente estoy cansado de verla pasar de la cadena nacional a la puerta del sanatorio, sin escalas.
Vamos, la necesitamos sanita hasta el final de 2015. Después si quiere, se va a poder despatarrar tranquila en la hamaca paraguaya y clavarse una birra cada mañana. El problema será de otro.
Le deseo lo mejor. Felicidades para usted y su familia. Acá debería escribir “fin de temporada”, pero la cosa está cada vez más entretenida y no me la quiero perder. Ya descansaré más adelante. Seguimos. Hasta el domingo Compañera.
@nib@l 2015
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