Las buenas ondas no alcanzan para gobernar
Digamos las cosas como son: hasta ahora el gobierno solo trató de solucionar ladesastrosa herencia, que más que herencia es una hipoteca, que dejó el kirchnerismo, con el agravante de que además, la oposición -léase peronismo en todas sus formas, izquierda y el sindicalismo- está haciendo todo lo posible para impedírselo.
Por ejemplo: salir del default, levantar el cepo al dólar, bajar la inflación (que durante el kirchnerismo era del 40%) bajar el índice de pobreza también heredado, solucionar la crisis energética y, lo más difícil, achicar el gasto público.
La pregunta es: ¿Lo están logrando? La realidad dice que no. Pero en favor del gobierno, aquí, estimado lector, le hago otra pregunta: ¿Alguna vez, durante los gobiernos de Alfonsín, Menem, Duhalde, Néstor y Cristina, escuchó usted hablar de déficit fiscal, gasto público o reforma impositiva?
La verdad es que nunca, ninguno de estos gobernantes ni si quiera se animó jamás a si quiera nombrar estos flagelos. Un dato: ese es el verdadero problema de la Argentina.
Si bien ni el déficit fiscal, ni la reducción del gasto público están solucionados y la reforma impositiva realizada -por pura y exclusiva responsabilidad de la oposición- por lo menos ahora se habla del tema, y se dice que es lo que eso significa y que son esos los principales problemas que hay que solucionar, cosa que siempre se ocultó.
Pero la realidad también nos muestra varios desaciertos de Cambiemos, y el principal, que en realidad resume a todos, es que absolutamente todos los problemas que hoy seguimos teniendo, los tenemos porque en lugar de gobernar para quienes lo votamos, Macri se dedicó a gobernar para los que no lo votaron.
Tres ejemplos clarísimos: el primero es que muchos de los que deberían estar presos, no solo todavía siguen en libertad, sino que además conspiran y boicotean.
La lista, encabezada por Cristina, obviamente, sigue con personajes tan nefastos comoEchegaray, Guillermo Moreno, Luis D´Elía, Aníbal Fernández, Hugo Moyano, y la cantidad de procesados sería casi infinita.
No nos engañemos. En nuestro país, la Justicia, siempre fue funcional al poder de turno, y esta vez no es la excepción.
Estos personajes, multiprocesados todos, están libres por la sencilla razón de que Durán Barba cree que es mejor que estén libres. Es así de simple.
Segundo ejemplo: casi la mitad de la población vive del Estado, especialmente a través deplanes sociales.
Tercer ejemplo: aunque este parecería un tema menor, no lo es. No se hace absolutamente nada con los cortes de calles, rutas y “piketes” en general, algo totalmente inconstitucional.
De todas maneras, esos no son los únicos problemas que no se solucionaron. El más grave es que los índices de seguridad siguen siendo exactamente iguales, y lo peor es que no hay miras de que se solucione.
En estos días, al ser entrevistada en el programa de Diego Leuco que se emite por el canal TN, Elisa Carrió lo dijo bien claro: "Basta de globitos, basta de la buena onda, estoy harta de Durán Barba".
Y no fue Lilita la única de la propia tropa que describió la realidad de manera tan clara como cruda y real. Durante una conferencia en el evento "A Todo Trigo", que se llevara a cabo el último sábado en la ciudad de Mar del Plata, el ex presidente del Banco Nación Carlos Melconian hizo un excelente análisis de la actualidad, y dijo una frase, en referencia a la economía que en realidad se puede aplicar a toda la gestión de Cambiemos:"Boludeaste dos años con las buenas ondas y ahora vas a recoger inflación en la previa de las elecciones. Las buenas ondas no alcanzan para gobernar".
Otro ex funcionario del gobierno, en una entrevista con el periodista Marcelo Longobardi en CNN en Español, Alfonso Prat-Gay, sostuvo, entre otras cosas: "Cuando un país llega a un acuerdo con el Fondo (FMI) es un fracaso de la política y de la dirigencia política que tiene que pedir auxilio en otro lugar".
En septiembre de 2017 publicamos en este mismo portal una nota titulada "Por favor, basta de buena onda", en la que entre otros temas señalábamos:
Macri tiene dos problemas gravísimos, y alguien deberá hacerle entender que, sea como sea, los va a tener que solucionar. El primero es que es budista, y el segundo es Durán Barba.
¿Cuál es el problema de ser budista? ¿Está mal? ¿Es malo? No, ni está mal ni es malo, pero todos sabemos que el budismo se basa en la buena onda, paz y amor, y eso está perfecto para la vida personal de uno, pero no para gobernar un país, y mucho menos uno tan conflictivo y difícil con el nuestro.
Respecto a Durán Barba, el problema es que le hizo creer a Macri que resultó electo gracias a sus consejos, cuando en realidad resultó vencedor no por sus propios méritos, sino porque la mayoría estamos hartos del kirchnerismo.
Por suerte, parece que llegó la hora de que algunos están tratando de hacerle entender a Macri que, como dijo Melconian, las buenas ondas no alcanzan para gobernar.
@nib@l 2018
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