Después se quejan de la corrupción
En estos últimos momentos, aconteció algo sorprendente, por lo inusual, en el país vecino Brasil, ya que el otrora presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se entregó frente a las fuerzas de seguridad para ser trasladado a la cárcel de Curitiba.
A partir de hoy, el ex primer mandatario brasilero (2003-2010), deberá cumplir una condena de 12 años de prisión, tras la emisión de la orden de detención por parte del juez Sérgio Moro.
Lula se encuentra en la cima de una de las tramas de corrupción más emblemáticas que tuvo a Brasil como interprete principal, conocida como el Lava Jato, por la cual, el ex mandatario ostenta 7 causas en su contra y solo con la resolución de una de estas recibió 12 años y un mes tras las rejas.
La sentencia de la primera instancia había sido dictada por Moro, luego de conocerse que Lula había recibido sobornos por parte de la constructora OAS a cambio de contratos millonarios. Además, vale mencionar, también por parte de esta compañía, recibió un triplex lujoso de 215 metros cuadrados.
El presidente de la constructora es Léo Pinheiro, quien también fue condenado por la causa del Lava Jato, solo que este recibió 16 años de cárcel. Este último aparece en fotos con Lula en el momento que le entrega las llaves del departamento.
Sin embargo, las calles aledañas al sindicato metalúrgico, durante estos últimos dos días, se habían convertido en escenario de una manifestación que tenía como protagonistas a simpatizantes de Lula, quien se encontró las últimas 48 horas de su libertad atrincherado en ese edificio.
¿Cómo se puede entender tal actitud por parte de la ciudadanía a la que él mismo defraudó con severos actos de corrupción?
Lo mismo pasa en la Argentina, donde dos ex presidentes se encuentran siendo investigados por corrupción, solo que ninguno va preso, ello, en parte, gracias a los fueros de los que hoy se jactan, estos son: Carlos Saúl Menem y Cristina Fernández de Kirchner.
Ambos ostentan una banca en el Senado de la Nación, Menem por la provincia de la Rioja y Cristina por Buenos Aires, pero si hoy se encuentran en ese lugar es gracias al apoyo de una considerable parte de la sociedad.
En el caso de Menem, cuyo Gobierno se puede recordar por el vasto tráfico de narcóticos, actualmente se encuentra condenado a 10 años de prisión de cumplimiento efectivo por el contrabando agravado de armas a Ecuador y Croacia, esto sucedía mientras Argentina era una garantía en los tratados de paz.
Además, está condenado a cuatro años y medio de prisión efectiva einhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por el delito de peculado y el pago de sobresueldos, sin embargo, no se encuentra cumpliendo su condena tras las rejas, ya que la misma fue apelada y aún resta que se confirme o se deje sin efecto.
En el caso de Cristina, cuyo Gobierno fue clasificado por muchos politólogos como el másnefasto de la historia Argentina, y por muchos economistas como uno de los máspaupérrimos a nivel nacional, se encuentra siendo investigada por causas que nada tienen que ver con ella, como por ejemplo el encubrimiento en el caso AMIA.
Sin embargo, se pueden citar veintenas de actos de corrupción que la tuvieron como protagonista, entre los más conocidos: Los Sauces, Hotesur, la desaparición de los fondos de Santa Cruz, la Ruta del Dinero K, y una larga lista de etcéteras.
Estos severos hechos de deshonestidad e ilegalidad, parece no importarle a cierta parte de la población de la República, ya que, si ambos hoy se encuentran sentados en una banca en el senado, es gracias al apoyo recibido por parte de un grupo (bastante amplio) de personas.
Lo mismo pasa con Lula da Silva, quien cautivó la atención de miles de brasileños a pesar de sus actos de corrupción, y como si fuera poco, también logró recibir apoyo de miles de personas a nivel internacional.
Sin más que decir, en un mundo donde existe gente que no se informa lo suficiente o se muestra desinteresada frente a acciones fraudulentas de quienes los representan, es difícil exigir honestidad y transparencia.
Después se quejan de la Corrupción…
@nib@l 2018