Utilizaban nombres de jubilados y beneficiarios de planes sociales para encubrir la titularidad de bienes y hacían negocios sin figurar.
Hugo Moyano, Lázaro Báez y José López, tres hombres relacionados al kirchnerismo, habrían usado “prestanombres” en la constitución de empresas para hacer negocios. Y lo más curioso es que algunos de los dueños aparentes de sus firmas son jubilados, indigentes y hasta beneficiarios de planes Jefas y Jefes de Hogar.
Según denunció La Cornisa (América), los tres contrataron a una organización que facilita el uso de testaferros y prestanombrescon la intención de encubrir la titularidad de bienes o el ejercicio de actividades en las que no quieren figurar.
Esta información será presentada ante el Ministerio de Justicia por Margarita Stolbizer, con el patrocinio de su abogada Silvina Martínez, desde la Asociación Civil Bajo la Lupa.
Hasta ahora, los llamados prestanombres detectados son cuatro. Sin embargo, participaron en la constitución de centenares de empresas simuladas. Ellos son:
-Lucio Pizarro, comerciante, quien participó de 312 sociedades anónimas y ya falleció.
-Clara Gariello, quien integró 342 sociedades y también falleció.
-Adriana Pizarro, profesora de gimnasia e hija de Lucio. Vive y trabaja desde el 2007 en el Gobierno de la Ciudad y participó como accionista en 399 sociedades.
-Máxima Correa, una comerciante que participó de al menos 182 sociedades.
“Hemos encontrado casos en los que padre, madre y en muchos casos conyugues se encargaban de este tipo de negocios que participaban firmando para la constitución de empresas. Y en otros casos como este de la familia Pizarro, donde el padre y la madre constituían empresas y luego fallecieron, pero su hija se encargó de continuar con este negocio”, señaló Martínez.
“Además de que podemos detectar que fueron empresas falsas creadas por prestanombres, siguen activas y fueron utilizadas en los últimos 15 años por personas para cometer los mayores casos de corrupción de la Argentina”, agregó.
Las empresas de Moyano
Según el informe, a fines del 2002 los prestanombres Lucio Vicente Pizarro y Clara Simona Gariello conformaron Dixey SA para prestar servicios de informática, fabricar productos metálicos para uso estructural y confección de ropa de trabajo, uniformes y guardapolvos.
“Pero sorpresivamente dos meses después de su fundación, Dixey cambió los miembros de su directorio y los nuevos accionistas fueron Valeria Salerno (hijastra de Hugo Moyano), el ya fallecido Francisco Zulet y su hija Liliana, pareja de Moyano”, revela La Cornisa.
“Así fue como Dixey, ahora investigada por la Justicia, se encargó de ser el proveedor exclusivo del sindicato de Camioneros, manejado por la familia Moyano”, asegura el informe de Luis Majul.
Es más, el juez federal de Morón, Néstor Barral, investiga por qué dos costosas propiedades en Parque Leloir, que usan los miembros de la familia Moyano, están a nombre de Dixey SA.
Lo que esconde José López
Similar procedimiento habría hecho el testaferro del ex funcionario José López, el empresario Andrés
Enrique Galera, al utilizar los mismos prestanombres: Lucio Vicente Pizarro y Clara Simona Gariello.
La empresa trucha es Dinlux SA, que fue constituida en 2004 con la intención de industrializar los productos derivados del petróleo. Pero sólo un mes después, la firma pasó a manos de Galera y del empresario Tomás Manuel Heredia.
Báez, otra vez en el ojo de la tormenta
Por último, las empresas truchas involucran a Lázaro Báez y Ernesto Clarens. En septiembre de 2002 se creó la empresa Berniers SA, con el fin de dedicarse a la actividad comercial agropecuaria, inmobiliaria y financiera.
En un principio, estaba a cargo de la prestanombre Máxima Amanda Correa. “Pero pronto se revelaría su verdadero propósito: funcionar como una usina de facturas truchas utilizadas por empresas como Skanska y, en especial, por Gotti SA, de Lázaro Báez”, añade el informe.
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