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martes, 25 de mayo de 2021

Historia crítica del Fondo Monetario Internacional -- Óscar Ugarteche

     


Historia crítica del FMI



Esta historia crítica del Fondo Monetario Internacional nos ayuda a entender la larga trayectoria del banco multilateral “global”. Desde los debates previos a la legendaria reunión de Bretton Woods en 1944, donde los economistas Harry Dexter White y John Maynard Keynes impulsaron su creación, hasta nuestros días.

En sus estatutos originales, el FMI tiene entre sus objetivos principales contribuir a mantener la estabilidad financiera a escala internacional, lo cual implica supervisar la banca y las finanzas internacionales para anticipar problemas financieros a los países miembros. Pero en el caso de los países en desarrollo, y de manera reiterada, el FMI ni ha previsto ni ha anunciado los peligros de crisis inminentes, pese a que ha tenido y tiene la información necesaria para hacer sonar las alarmas.

Uno de los capítulos más negros de la historia del FMI está ligado al apoyo que brindó a las dictaduras militares en Latinoamérica, en el Sudeste asiático y en varios países africanos en los decenios de 1964-1984. Un ejemplo notorio de su incapacidad ocurrió en Argentina, durante la debacle monetaria y financiera de 2001. Las últimas intervenciones del Fondo tampoco se apartaron del libreto habitual, los préstamos a Grecia fueron a cambio de leyes y medidas muy parecidas a las que Anne Krueger y Anoop Singh exigieron en su momento a Menem y a De la Rúa. Y sin embargo, cuando menos se lo esperaba, ensaya su regreso triunfal donde más le temen.







A causa de innumerables presiones, demandas  y/o amenazas de inquisidores digitales (grupos editoriales y sus representantes legales), desde el 13-05-17, me veo obligado a dejar de compartir toda clase de archivos que incluyan la descarga de   e-libros . 


Si algún autor o dueño de derechos, se siente perjudicado por este paupérrimo blog, por favor avísenme y prometo desincorporar sus datos, en forma inmediata... Gracias.


 @níb@l  2021

lunes, 11 de junio de 2018

Ajuste y mas ajuste en Macrilandia !!


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Ajustarse el cinturón (o ganar las elecciones)


Política en tiempos del FMI
Política en tiempos del FMI
Los planes de ajuste no ganan elecciones: el Gobierno lo sabe, aunque parece dispuesto a llevar adelante hasta las últimas consecuencias su programa de reducción acelerada del déficit fiscal tras el acuerdo alcanzado con el FMI.
La Casa Rosada se comprometió ante las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) a imprimirle nuevos bríos al gradualismo que ha caracterizado a sus políticas económicas desde que Mauricio Macri asumió como presidente de la Nación en diciembre de 2015.
Para cerrar un acuerdo por 50.000 millones de dólares que la Argentina tendrá disponibles durante un lapso de tres años, el Gobierno aceptó establecer con el FMI nuevas metas de inflación (en momentos en los que el incremento de precios carcome a diario el poder adquisitivo del salario aquí) y de resultado fiscal también hasta 2021.
En lo que se refiere a reducción del "rojo" de las cuentas públicas en la Argentina -uno de los pilares del plan económico macrista- se pactaron los siguientes objetivos: 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018 (contra un 3,2% estipulado en la anterior estimación oficial); 1,3% en 2019 (2,2%); equilibrio primario en 2020 (1,2%) y superávit de 0,5% en 2021 (0%).
Esta decisión del Gobierno de redoblar la marcha en su proceso de reducción del déficit fiscal probablemente se traduzca en un decrecimiento de la obra pública en los próximos meses, de igual modo que se espera que tenga un impacto negativo en el salario real de los trabajadores públicos e incluso en los niveles de empleo en ese sector.
Así lo advirtió en estos días el economista Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, que sostuvo que el FMI reclamó a la Argentina que el achicamiento del "gasto" del Estado sea más drástico que lo que había anunciado el Gobierno.
"La gran pregunta es cuáles son los ajustes que se van a hacer. Creo que el candidato natural es la inversión pública y el segundo candidato es el salario real del personal del Estado", evaluó Beker en un comunicado de prensa.

"Ajustarse el cinturón"
Más de 20 años pasaron desde que el último presidente no peronista de la Argentina llamó a la población a "ajustarse el cinturón" y a implementar una suerte de "economía de guerra", en medio de una de las tantas crisis que ha padecido el país a lo largo de su historia.
Se trató del radical Raúl Alfonsín, que se expresó en estos términos meses antes de la Copa del Mundo de fútbol que la selección nacional ganó en México en 1986.
Dos décadas y monedas más tarde, la administración que encabeza Mauricio Macri, aunque sin utilizar las mismas palabras, le reclama prácticamente lo mismo a los casi 44 millones de argentinos.
Por más que el objetivo de máxima del Gobierno suene e incluso resulte "empresarialmente" correcto, es decir, avanzar hacia un modelo financiero estatal en el que el gasto tenga un correlato lógico con los ingresos genuinos del sector público, los planes de ajuste no ganan elecciones.
Probablemente nadie que trabaje en política se animaría a negarlo.
En la Casa Rosada lo saben, pero Macri está dispuesto a "inmolarse" por la causa, según dijeron a la agencia Noticias Argentinas fuentes cercanas a la alianza Cambiemos en los últimos días.
En este contexto, si efectivamente el Presidente ha decidido llevar adelante su programa económico hasta las últimas consecuencias e incluso a "morir con las botas puestas"si fuese necesario, como sugieren en el Gobierno, los estrategas de comunicación del macrismo -que han cometido algunos errores significativos en los últimos meses- deberán esforzarse y mucho de ahora en más si pretenden sembrar en la población la idea de que un ajuste con características de cirugía mayor representa "lo más conveniente" para el país.
El gradualismo, eventualmente, sí gana elecciones, como quedó demostrado en los comicios legislativos del año pasado, pero tras el acuerdo con el FMI y los requisitos impuestos con relación al déficit fiscal, es esperable que el camino rumbo a la crucial votación presidencial de 2019 se le presente bastante más escarpado al oficialismo en elfuturo inmediato.
De por sí el Gobierno ha dilapidado en meses recientes gran parte del capital político que había alcanzado hacia fines del año pasado y si bien le sigue prendiendo velas al"segundo semestre" de 2018, es poco probable que la economía favorezca sus ambiciones de llevar mejor pertrechado al cambio de calendario.
El propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reconoció que el crecimiento del PIB se ubicará este año por debajo de lo previsto originalmente, en el orden del 0,4% y el 1,4%, aunque destacó, como contrapartida, que el gasto público será recortado en un 4,5% en los próximos tres años.
En términos reales, esto implica una poda de la inversión pública del 30 por ciento hasta 2020.
Así las cosas, especialistas como Beker pronostican que se vienen tiempos de"estanflación" en la Argentina, es decir, un estancamiento económico combinado con un persistente aumento del costo de vida: un augurio desalentador para un Gobierno que apuesta a renovar su mandato en 2019.

La justa deportiva sin igual
Con la disputa del Mundial de fútbol la atención de la opinión pública estará enfocada principalmente en lo que suceda en Rusia.
La "justa deportiva sin igual" que se avecina debería suponer un puñado de semanas de calma artificial para el Gobierno, que sabe que tiene por delante varios frentes de tormenta por sortear antes de fines de año.
La Casa Rosada viene de desactivar temporalmente una amenaza de paro nacional por parte de la CGT, a la que le ofreció habilitar un incremento de 5% en la pauta salarial establecida para 2018 y así elevarla a 20% para negociaciones en el sector privado.
Al mismo tiempo, quedó definitivamente descartada la insólita meta inflacionaria del 15% para el año en curso.
Da la sensación de que tuvo que aparecer en escena el FMI para decir, "Muchachos, déjense de tonterías".
Dicho sea de paso, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostraría en 2018 un incremento incluso mayor al registrado en 2017 (24,8%) y el dólar luce lo suficientemente entusiasmado en la plaza doméstica como para ir en busca de los 30 pesos por unidad para la venta antes de fines de año.
En el plano gremial, sectores más radicalizados y por ende, menos dialoguistas de la CGT, liderados por el clan Moyano, se mantienen en pie de guerra, junto a las centrales obreras que encabezan Hugo Yasky y Pablo Micheli, que ya lanzaron una huelga nacional con movilización para el próximo jueves, día en el que comenzará a rodar la pelota en Rusia.
En la sede de Azopardo, postergaron hasta el martes una decisión.
De todos modos, en las semanas que se avecinan el humor social estará en gran medida supeditado a lo que ocurra con el astro Lionel Messi y sus compañeros de la selección argentina de fútbol que dirige Jorge Sampaoli en aquel país de la ex Unión Soviética.
En pleno Mundial incluso, hacia el 20 de junio -feriado en la Argentina- el Gobierno de Macri debería tener ya disponible el 30% de los U$S 50.000 millones que le ofrece el FMI, es decir, 15.000 millones de billetes estadounidenses.
Ese día se espera que quede formalizado el acuerdo con Fondo, "celebrado" por el oficialismo y duramente cuestionado por la oposición e incluso sectores de la Iglesia, como los curas que integran el grupo Opción por los Pobres: "El FMI siempre ha sido sinónimo de hambre. Lo que se viene es muerte", aseguró uno de ellos, el sacerdote Ignacio Blanco, de la diócesis de Quilmes.
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@nib@l 2018

domingo, 3 de junio de 2018

Querido Fondo Monetario, por Alejandro Borensztein en Clarin



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Querido Fondo Monetario

Alejandro Borensztein en Clarin


Vamos al FMI para que nos digan lo que ya todos sabemos qué tenemos qué hacer.


Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, y el Ministro de Hacienda, Nicolas Dujovne,en marzo 2018. (REUTERS)



Estimado Compañero Presidente, me he tomado el atrevimiento de revisar la carta que va a enviarle al Fondo Monetario Internacional. Me imagino que este texto ya fue revisado por Peña, Quintana y Lopetegui ya que, como usted mismo ha dicho tantas veces, ellos tres son sus ojos. Pero permítame decirle que ocho ojos ven más que seis.

Alguna cosas las corregí y otras, aunque no estoy de acuerdo, las dejo por respeto a la investidura presidencial y por la autoridad que a usted le confiere el hecho de haber ganado 4 Libertadores y 2 Intercontinentales que, como todo el mundo sabe, es lo único que importa en esta vida.

Si te parece, vamos a darle una repasada antes de mandarla. ¿Puedo tutearte, no?

A las autoridades del Fondo Monetario Internacional:

(Disculpame pero lo de “Querido Fondo” lo saqué porque no creo que sea la mejor manera de ganarse la confianza del mundo financiero).

Asunto: 20.000 millones de dólares

(Me parece un poco fuerte arrancar sacudiéndoles la cifra, así de movida, pero lo dejé. Si vos pensás que la mejor estrategia es salir a atacarlos desde el pitazo inicial, te lo respeto. Tenés más fútbol que yo).

Es para mí un placer contactarme con ustedes e iniciar este camino con la esperanza de alcanzar un mayor conocimiento mutuo que les permita una mejor comprensión de nuestra problemática. (Por lo del conocimiento despreocupate porque nos conocen de memoria. Lo de la comprensión lo veo más difícil, pero bueno, dale… probemos).

Como ustedes saben, el aumento de la tasa de interés implementada por la Reserva Federal de los EEUU ha generado especialmente en mi país alguna turbulencia financiera (lo de “alguna” me hace acordar al 4% de pobreza de Cristina. Yo cambiaría la palabra “alguna” por la expresión “flor de”, pero si querés lo dejamos. Si pasa, pasa.)

El dato de la tasa norteamericana y ciertas actitudes demagógicas de la oposición ha generado confusión en el mercado. (Que ellos son unos demagogos irresponsables, ya lo sabemos todos. ¿Y nosotros? ¿No hicimos nada mal? ¡Flor de autocrítica, gato!... Perdón Presidente).

Pese a que contamos con suficientes reservas en el Banco Central para enfrentar la actual situación, creemos que unos 30.000 millones de dólares extras podrían ayudar a tranquilizar la situación. (Pensé que eran 20, pero bueno... acá el que negocia sos vos. Yo solamente corrijo la carta y el resto del tiempo me dedico a pagar impuestos a las ganancias, bienes personales, impuesto al cheque, ingresos brutos, autónomos, cargas sociales, IVA y los respectivos anticipos de ganancias y bienes personales del año que viene).

Para esta primera reunión, he enviado al Ministro Dujovne. Quisiera aclararles que Dujovne se escribe con “v” corta y que los mails enviados a la casilla dujobne@gmail.com no llegan.(Es que afuera no lo juna nadie, Jefe. En Washington no miran TN ni conocen a Carlos Pagni. A propósito, cuando hicieron el casting para ministro de Economía ¿También consideraron a Zloto y a Maxi Montenegro?).

Es muy importante que el ministro entienda vuestro mensaje. Como en toda solicitud crediticia, sabemos que habrá que cumplir con algunos requisitos para acceder a los 40.000 millones de dólares requeridos. (¿40.000??!!! Ah, sos un león negociando! ¡Humille Presidente!)

En todo caso, si no se entienden con el Ministro Dujovne, podemos mandar al Ministro Caputo a quien tal vez ustedes conozcan un poco más. (Claro… y si no les gusta Caputo, va Sturzenegger y si no Quintana, y si no Cabrera, y si no González Fraga y así sucesivamente hasta emputecerlos. No es serio, elegí uno, dale la cinta de capitán y no los confundamos más allá afuera que bastante confundidos estamos acá adentro).

Estamos ansiosos por conocer las condiciones del crédito y los consejos que ustedes, con tanta experiencia acumulada, podrán sugerirnos. (Te la canto: bajar el déficit disminuyendo los subsidios, recortando jubilaciones altas y de privilegio, revisando planes sociales, ralentando la obra pública y al mismo tiempo te van a pedir un plan serio anti inflacionario que reordene las variables macroeconómicas. O sea, vamos al FMI para que nos digan lo que ya todos sabemos que tenemos que hacer pero nunca estamos dispuestos a hacerlo. Me lo hubieras preguntado a mí, te ahorrabas este disgusto y te salía mucho más barato).

En otras palabras, queremos escuchar la voz de vuestro prestigioso organismo para poder utilizar de la mejor manera posible el crédito que nos van a otorgar por 50.000 millones. (Perdoname, a fin de año se me vence el contrato de alquiler y tengo que ir a renegociarlo. ¿Te jode mucho venir conmigo?).

De más esta decir que, más allá de todas las dificultades, somos un pueblo sufrido pero feliz y esperamos que las decisiones que a partir de ahora tengamos que tomar no nos empañen la alegría (lo del Bicampeonato de Boca y el segundo gol de Wanchope lo saqué porque no daba).

Todos los argentinos estamos igualmente comprometidos en sacar adelante el país y transformarlo en lo que siempre soñamos. (ok, todo bien, estamos todos comprometidos. Pero el que aceptó ser Presidente para arreglar el quilombo que dejó el kirchnerismo fuiste vos. Nosotros alentamos. Hacete cargo, macho).

Y, por supuesto, vamos a convocar a todas las fuerzas de la oposición para que juntos anudemos un gran acuerdo sobre aquellos problemas que así lo exijan. Sabemos que, en las sociedades democráticas, los grandes cambios sólo se logran con acuerdos políticos. (Caramba… ¿Lo rajaste a Durán Barba, nomás?).

Sin ánimo de apurarlos, quiero recordarles que el próximo miércoles 16 debemos enfrentar una situación muy complicada que para nosotros es vital superarla para seguir adelante con los nuevos desafíos. (Si querés, para que quede más claro, agregamos un párrafo diciendo que el martes y miércoles vencen los 600.000 palos en LEBACS y que sería un problema que los inversores no renueven y se vayan todos al dólar. Obviamente, lo que saqué fue el párrafo donde explicabas que el miércoles 16 a la noche Palmeiras tiene que ganar o empatar contra el Junior de Barranquilla para que Boca pueda pasar a la próximas ronda de la Libertadores. Era un papelón. Y olvidate de pedirle al FMI que lo presione a Temer para que Palmeiras ponga los titulares y no vaya a menos).

No estoy sólo en la oscuridad. En los momentos aciagos me ilumina una luz que, aunque a veces me enfrenta y enceguece con sus duros cuestionamientos, he aprendido a seguirla como un faro pero también a contenerla, cuando amenaza con apagarse, para que siga iluminándome el camino. (Listo, hasta ahí la descripción poética de Lilita. No hace falta más. Lo de los asados y los ravioles lo saqué porque nos íbamos de género y ya era muy chabacano).

Ya en un plano más personal, ma chérie Christine, quiero que sepas que los 60.000 millones dólares que estamos pidiendo te los voy a agradecer personalmente cuando tengamos la oportunidad de volver a vernos . (Más vale que este párrafo no te lo lea Juliana porque que esta noche dormis afuera, crack).

Sin otro particular, quedo a la espera de vuestra respuesta.

Atentamente.

Mauricio Macri Presidente de la República Argentina (Lo de ex Presidente de Boca lo saqué, ya saben)


Nota al pie: ahora lo importante es mantener la calma. Transmitan solidez, seriedad, confianza. Lo vas a superar. Acordate la tarde en que toda la Bombonera te insultaba porque se iba Bianchi. Parecía el fin del mundo y al final, mirá donde llegaste.

Una preguntita: ¿qué día tenés terapia, macho?



https://www.clarin.com/opinion/querido-fondo-monetario_0_Syno-CERM.html


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@nib@l  2018

jueves, 10 de mayo de 2018

Cómo impacta el regreso de la Argentina al FMI



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Cómo impacta el regreso de la Argentina al FMI


¿Existía otra salida? ¿Se podría haber evitado? ¿Qué se puede esperar luego de esta decisión?
¿Existía otra salida? ¿Se podría haber evitado? ¿Qué se puede esperar luego de esta decisión?
Hace solo unas horas, se dio a conocer un video en donde el presidente de la Nación, Mauricio Macri, trataba de explicar cómo su Gobierno va a “evitar una gran crisis económica” y dando a entender que la política gradualista que se viene llevando a cabo“depende mucho del financiamiento externo”, por tanto, explicó que de forma preventiva se ha “decidido iniciar conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para que nos otorgue una línea de apoyo financiero”.
Rápidamente varios medios alrededor del mundo salieron a contar la noticia con títulos tales como: “Argentina pide apoyo financiero al FMI para frenar el hundimiento del peso”.
Entre los medios más importantes que dieron cuenta de lo ocurrido en Argentina se destacan los diarios españoles “El País” y “El Mundo”, el “Washington Post”, “Financial Times” y el medio brasilero “Folha de Sao Paulo”.
Es dable destacar que hay cierta incertidumbre social sobre la base de los términos de este acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional.
Si bien no era la única salida, y existían otras herramientas para intentar paliar la crisis económica, el Gobierno jugó la carta más alta que tenía sobre la mesa para tratar de calmar a los mercados que se han mostrado con un alto nivel de nerviosismo, en especial los grandes inversores financieros.
Esto último, no fue trasladado ni a los bancos, ni a los que se desempeñan como inversores minoristas, sino que básicamente influye en las grandes posiciones de fondos  y de inversores especulativos con importantes inversiones en la Argentina, quienes buscaron una salida en el marco de un cambio de las condiciones financieras globales pero también con un deterioro y una percepción de vulnerabilidad en la economía del país.
Vale mencionar que hace tres semanas atrás era casi impensado que el Gobierno tuviera que cerrar un trato con el FMI, sin embargo, la velocidad de los acontecimientos, que sistemáticamente tenían al macrismo pisándole los talones, obligó a que se anticipe una movida que obviamente va a tener un fuerte impacto.
¿Esto se podría haber evitado si se hubiesen tomado otras medidas previamente? Esta es una de las tantas preguntas que con frecuencia suelen sonar respecto de este tema.
¿Por qué suena tanto? Es bueno rememorar que lo primero que hizo el Gobierno fue minimizar esta situación, como por ejemplo cuando Marcos Peña, Nicolás Dujovne y el propio Macri mencionaron que la volatilidad del dólar no tiene que asustarnos, y hoy llegó el anuncio de que se va a empezar a trabajar con el FMI.
Principalmente hay que entender, como se lee más arriba, que el Gobierno fue corriendo detrás de los acontecimientos, no hubo un dimensionamiento real de la percepción de los inversores ni de los montos involucrados. La realidad es que se fueron probando distintas herramientas, como por ejemplo, la intervención con venta en el mercado de cambio, se probó subiendo las tasas de interés y nada de eso parece haber aportado para salir de la crisis.
En el día de la fecha, el dólar se movió hacia arriba a pesar de que tuvo fluctuaciones, incluso luego del anuncio. Otro de los tópicos que amerita una explicación es sí lo sucedido es como consecuencia de factores externos o si hay jugadores anfitriones que están haciendo una jugada importante.
La realidad es que existe un conjunto de factores, hubo una gran combinación de elementos que derivó en esta crisis, lo que se podría conocer como la tormenta perfecta: una Argentina que recurre a un mercado internacional de créditos y abre su cuenta capital. Abre el ingreso de los capitales para financiar los dos primeros años de gradualismo en los que efectivamente había un déficit, se encontraba la necesidad de financiar el gasto de la cuenta pública.
Claramente, durante esos dos años se aprovechó la bondad de la cuenta capital y el ingreso de capitales. Obviamente, cuando el clima financiero se empieza a nublar, los inversores se comportan de manera relativamente selectiva y, como es de esperarse, huyen con mayor intensidad de las economías que perciben como “vulnerables”.

¿Cuáles son los elementos que hacen vulnerable a la Argentina?
Tiene un déficit fiscal con un resultado severo, pero sobre todo tiene un déficit de cuenta corriente. Es una economía que consume y necesita muchos dólares para funcionar, lo cual preocupa a los inversores en un contexto donde la liquidez en el mundo empieza a cambiar.
A ese contexto se le suma el Impuesto a la Renta Financiera, es decir, un castigo a los inversores extranjeros por tener posesiones en la Argentina, que culminó de la misma manera que termina un fosforo encendido que cae en una mancha de combustible. A partir de este suceso se va desencadenando una serie de acontecimientos cuya velocidad el Gobierno no anticipa y por ese motivo se desemboca en la situación coyuntural.
Si bien estas líneas de ayuda que está pidiendo la Argentina también fueron peticionadas por otros países como Méjico y Polonia la mirada del FMI no condiciona a todos por igual.
En el país, históricamente las posiciones del Fondo, por más que en la letra gruesa no tengan condicionalidades en la práctica, siempre hay recomendaciones y, en este sentido,el Gobierno va a tener que ofrecer algo a cambio.
Efectivamente esa será la próxima medida a discutir ya que, si bien se sabe que va a haber una asistencia y al Gobierno y a los mercados eso les generó cierta calma, todavía no se conoce la letra fina, es decir, cuál va a ser el monto final exacto.
Según aseguraron algunos medios, se estaría hablando de 30 mil millones de dólares, lo que sería el equivalente a un 50% más de reservas potenciales, las cuales ostentan en la actualidad alrededor de 60 mil millones de dólares.
Esto significa que la tasa de interés va a ser mucho más baja que lo que actualmente los bonos de argentina devengan en el mercado, pero es necesario esperar a que se definan esas cuestiones y obviamente hay elementos que hay que analizar, y que no tienen que ver con los elementos objetivos, sino que son más subjetivos y se refieren mas a la historia del país y la percepción de la sociedad respecto de lo que significa y como afectan las expectativas el hecho de que la Argentina vuelva a recurrir al FMI.

Por tanto, ¿qué se puede esperar a partir de esta decisión?
En la actualidad se vieron dos dimensiones de intervención asaz importantes: primero el anuncio del presidente, que representa la expectativa de mayores recursos y el mayor potencial de fuego en el Banco Central, y el segundo refiere a la intervención en el mercado futuro de manera selectiva para intentar bajar la expectativa.
En la medida que el acuerdo con el FMI avance, se debería empezar a notar que los mercados comienzan a calmarse, y se tendría que percibir una normalización, en los próximos días, de la tasa de interés.
¿De qué va a depender esto a futuro? obviamente de otras cuestiones, si se empieza a trabajar en la capacidad de coordinación y los costos que va a tener todo este stress financiero sobre la economía real.

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@nib@l  2018

miércoles, 9 de mayo de 2018

Otra vez la burra al trigo...! ( Argentina vuelve a pedirle $$ al FMI )




Vade retro FMI


Una pésima noticia para el país
Una pésima noticia para el país
Otra vez sopa. Parecía que la historia ya había superado esta idea nefasta de pedirle un crédito al Fondo Monetario Internacional. Son un grupo de burócratas que no acertaron nunca con las soluciones económicas y que, encima, les importa un carajo lo que pase con la democracia y los sectores más vulnerables. El Fondo es mala palabra. Lamentablemente el gobierno de Mauricio Macri acaba de tomar la peor de las decisiones. Más allá de sus buenas intenciones y de su expresión de deseo que esto sirva para fortalecer el desarrollo y el crecimiento y proteger a los más desprotegidos. Nunca nos fue bien con el Fondo. Nunca fue un bálsamo para nuestros problemas. Todo lo contrario, siempre sus recetas ortodoxas e insensibles fueron un remedio peor que la enfermedad. No creo en lo que dijo el ministro Nicolás Dujovne de que este Fondo es más buenito y que no va a exigir ajustes más drásticos y despidos masivos y que apoya el programa gradual de Cambiemos. Toda esta crisis logró que las mayores debilidades del gobierno de Macri afloraran a la superficie en forma descarnada.
Una de ellas es que tiene muchos ministros de Economía y no tiene ninguno. No hay alguien de la espesura política y de la envergadura técnica que sea capaz de monitorear todos los botones de un tablero complejo donde hay que ir gambeteando con motricidad fina todas las bombas que dejaron Cristina y sus muchachos.Atomizadas las decisiones, muchas veces fueron contradictorias y chocaron entre sí.
Es cierto que somos muy vulnerables a la situación externa. Nuestra deuda es descomunal. Los vientos de los aumentos de las tasas en Estados Unidos o el crecimiento del precio del petróleo generan resfríos en los países de la región. A nosotros nos producen una pulmonía doble.
Yo no dudo que Macri nos esté diciendo la verdad. Pero creo que está profundamente equivocado y que el mejor equipo de los últimos 50 años debe poner a los titulares, como dijo con ironía y certeza Alejandro Borensztein.
Es cierto que muchos sectores de la oposición se han comportado con demagogia y con mezquindad electoral. Es cierto que Cristina y su banda no tienen otro objetivo que convertir a Macri en De La Rúa y sueñan con que huya en helicóptero de la Casa Rosada.Solamente un 2001 puede hacer volver a Cristina al poder y salvarla de la cárcel. Mientras el país tenga racionalidad y los números de la pobreza y la desocupación sigan bajando como hasta ahora, aunque sea lentamente, las ex presidenta solo tiene destino de presidiaria.
Volver al FMI es un manotazo de ahogado que difícilmente pueda ayudarnos. Ojalá me equivoque. Pero fue una decisión tomada entre gallos y medianoche con una alta carga de desesperación y si se me permite, de amateurismo. Le subieron el precio.
El Fondo no nos va a regalar el dinero. Tal vez las tasas sean más baratas como dice Dujovne, aunque tengo mis dudas. Caputo dijo que nos estábamos endeudando al 4% y que ya tenía el 85% del financiamiento para este año en el bolso. ¿Qué pasó entonces? ¿Quién miente?
Además, no es tan grave lo que viene de afuera. No hay que poner las culpas en los vaivenes económicos externos. La herencia maldita de Cristina es brutal. Pero precisamente por eso, se necesitaban acuerdos políticos y sociales que no se hicieron. Por eso había que aumentar la base de sustentación política pero el gobierno siempre rechazó esta idea con una cuota de soberbia.
Un economista muy importante me dijo que esto era un “papelón de los inútiles que están en economía con el presidente”. Y le aseguro que el que lo dijo es más macrista que Macri. Dice que su impericia le comió una parte de la imagen positiva al presidente.
Si algo faltaba para unir a toda la oposición en contra era esta decisión. Volver al Fondo es darle pasto a las fieras de Cristina. Y se corre el riesgo de abandonar las políticas desarrollistas y sensatas que estaban mejorando la situación del país.
Dujovne repitió como un autómata lo que parecía una fórmula: esto es para cuidar a la sociedad y a los que menos tienen. Lo dice con una frialdad técnica que asusta.
Por ahora no hay datos concretos. No se sabe el monto que se le va a pedir al FMI ni que tasa de interés vamos a pagar ni que condicionamientos van a poner. Solo se sabe que la directora habló con Dujovne y con Macri y que comenzaron las negociaciones. Algunos hablan de pedir 20 mil millones de dólares pero es todo especulación por ahora.
Estamos ante una tormenta creada por el grupo de economistas de Macri.
El gobierno está pasando por su peor momento. Con el terremoto cambiario, en poco tiempo, perdió 6 mil millones de dólares, más del 10 % de las reservas. Con la sequía, perdió otros 6 mil millones de dólares de las cosechas. Pero lo más importante es que perdió una porción de su credibilidad, una parte de la confianza que un sector de la población había depositado en él. Eso aparece claramente en todas las encuestas serias. La caída de su imagen positiva y su intención de voto. Pero está claro que en los últimos díasperdió la iniciativa política y fue corriendo detrás de los acontecimientos.
Hace un mes el debate en el oficialismo era quien iba a ser la compañera de fórmula de Macri para lograr la casi segura reelección en el 2019. Algunos proponían a Carolina Stanley. Otros decía que había que repetir la fórmula con Gabriela Michetti. Sin embargo hoy, producto de errores económicos no forzados, de falta de muñeca y vocación política y de cierta soberbia a la hora de expulsar distintos funcionario de gran nivel, el debate es otro. La pregunta no es quien será la compañera de Macri en la reelección. La pregunta hoy es como hará para ganar en primera vuelta porque en un balotaje podría llegar a perder y de qué manera va a recuperar con firmeza el timón del rumbo que lleve a la Argentina a salir de años de atraso y populismo autoritario y cleptocrático.
El camino hacia el 2019 ya era muy angosto y se hizo más angosto todavía. Las bombas de tiempo que dejó el cristinismo son infinitas y algunas ya empezaron a explotar.
Tal vez sea la hora de relanzar el gobierno. De oxigenar el gabinete con nuevas figuras, de empezar a hacer política ampliando la coalición, de comunicar en serio y dar la batalla en los medios con gladiadores de Cambiemos que expliquen didácticamente y defiendan todas las decisiones.
A este gobierno no le sobran funcionarios de gran capacidad de gestión. Y le faltan decenas de cuadros políticos que puedan prever y anticiparse a situaciones negativas, generar nuevas alianzas y diseñar escenarios superadores que le den más potencia al gobierno y más nafta para llegar al 2019 y aprobar esa vergonzosa asignatura pendiente que tenemos institucionalmente los argentinos: que ningún presidente no peronista haya terminado su mandato en tiempo y forma.
Pero no puede darse el lujo de no contener en su espacio a dirigentes muy útiles comoAlfonso Prat Gay, Carlos Melconian, Alberto Abad, Ernesto Sanz, Ricardo Buryaille, Isela Constantini, Emilio Monzó o Miguel de Godoy. En lugar de sumar figuras a su elenco de gobierno, en lugar de abrir sus puertas y sus dogmas, se cierran cada vez más sobre lo conocido y eso le hace cometer cada vez más errores.
Lo digo con todas las letras: creo que el presidente Macri está demasiado jugado a las decisiones de una sola persona: Marcos Peña. Todos los debates o miradas diferentes terminaron con el alejamiento del gobierno y del espacio de quienes osaron disentir con “los ojos” de Macri. Eso es por lo menos sectarismo. Muchos dicen que también, altanería. Macri debe abrir todas las puertas a los hombres de buena voluntad que quieran colaborar con este momento histórico. No tiene que cerrar nada.
Peña es un hombre inteligente, honrado y capacitado pero cada vez más encerrado en sus certezas e impenetrable para las miradas divergentes.
Es tan blindada la gestión que cada tanto se le retoban dirigentes del Pro y también por supuesto del radicalismo y la Coalición Cívica. Ayer estuvieron reunidos con sus aliados y no les dijeron una palabra de volver al Fondo.
Todo lo que Mauricio Macri perdió en intención de voto no lo sumó ningún dirigente. Por ahora no hay ningún liderazgo competitivo en el peronismo. Pero las crisis son fabricantes de candidatos ganadores. El kirchnerismo, aún en su apogeo perdió en el 2009 con un casi ignoto Francisco de Narváez y eso que en la otra boleta estaban Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa. Cuando la bronca crece, cuando las crisis se hacen recurrentes, el ciudadano siempre encuentra un instrumento para castigar al oficialismo y hacer oír su reclamo.
Una puntal mediática de Cambiemos como Mirtha Legrand acaba de decir que se siente desilusionada y defraudada por este gobierno. Eso es simbólicamente grave porque significa que la comunicación oficial fue tan mala que no pudo convencer ni a Mirtha Legrand que vamos por el camino correcto.
Hoy Macri es lo menos malo. Pero alguien debería pagar por haberle hecho decir que ya había pasado lo peor. O que era fácil derrotar a la inflación. Dejaron pasar dos momentos de gran fortaleza política como sus triunfos electorales para convocar a acuerdos de estado como el tema energético o la reforma laboral, por ejemplo. Ahora desde la debilidad y con la campaña electoral que se lanzará después del mundial, la convocatoria es mucho más complicada.
El gobierno tiene que ponerse el casco y entrar en operaciones. Dar ejemplos de austeridad franciscana incluso exagerados, mostrar hiper actividad, exhibir y defender sus logros que son muchos y dar todas las batallas culturales y mediáticas para derrotar a la demagogia destituyente de un cristinismo que sabe que la única posibilidad que tienen de volver al poder es produciendo un 2001. Y en eso están: poniendo trabas y zancadillas a cada rato. Cristina sabe que ella y su cartel de corrupción solo se pueden salvar de la cárcel con un Macri debilitado y con un país en ruinas. Esa es su principal tarea. La de Macri es todo lo contrario. Ayudar a parir un país nuevo, productivo, con menos pobreza y desocupación y con una ciudadanía detrás de la epopeya de convertirnos en una verdadera República. Sin mafias ni golpistas. Con progreso y libertad. Y sin el Fondo Monetario Internacional. Vade retro, satanás.
g20

@nib@l  2018