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domingo, 8 de septiembre de 2024

El encanto masculino -- Francisco Ors

     


El encanto masculino  



Al igual que Tennessee Williams ya hiciera en sus Memorias, Francisco Ors, autor de El encanto masculino, se adentra desde la polémica en lo más profundo de su escandalosa experiencia para relatarnos sus irreverentes reflexiones acerca de la vida, de la homosexualidad, de la sociedad, de la biología, del arte, del concepto de moralidad y de una opción sexual que ha marcado a un gran número de artistas, escritores y políticos a lo largo de la Historia.

Desde los lejanos tiempos en que, a la edad de trece años, sedujo a un hombre cuarenta años mayor que él, hasta el momento actual en que discute muchos de los dogmas del nuevo pensamiento único gay, Francisco Ors analiza con una visión inviolablemente provocadora los cambios aparecidos desde finales de la guerra civil hasta la actualidad en la concepción del hecho homosexual. El encanto masculino hace además un análisis personalísimo de las cuestiones más controvertidas que rodean a lo homosexual: el origen gay del arte, la pedofilia, los movimientos militantes o la adopción y el matrimonio homosexuales.

Un libro que, sin duda, se convertirá en referencia obligada en todas las futuras discusiones acerca de este polémico tema. Y un libro que será aplaudido por algunos y odiado por otros gracias a sus controvertidas opiniones, fruto de una posición personal que no deja indiferente.


Consíguelo en :  https://www.buscalibre.com.ar/libro-el-encanto-masculino-hetereo/9788495470386/p/46479165


@nib@l 2024

sábado, 25 de mayo de 2019

El atroz encanto de ser argentinos -- Marcos Aguinis





El atroz encanto de ser argentinos 







Una contradicción: ¿cómo puede ser atroz un encanto? Y es que ser argentino es una empresa cada vez mas difícil. Emociona serlo, pero se sufre por ello.

Hemos atravesado momentos duros, y siempre los hemos superado. El nuevo milenio nos encuentra con las esperanzas debilitadas, y nuestra sensación de incertidumbre ante el futuro está en su punto mas alto. Para muchos, la emigración se ha convertido en el único recurso posible para progresar. Sin embargo, no dejamos de sentir orgullo por haber nacido en esta tierra.

La condición contradictoria del ser argentino es abordada con maestría por Marcos Aguinis en estas páginas. Crítico y optimista a la vez, analiza los defectos que arrastramos de generación en generación, desnuda a los corruptos, denuncia el facilismo, el doble discurso y la queja estéril, y no se detiene ante los tabúes ni las ideologías. Nos cautiva con su inteligencia al describir las razones por las que debemos apostar por la esperanza.

La Argentina no esta desahuciada. Puede recuperarse y alcanzar el nivel de vida de países que hoy se muestran como destinos deseables de nuestra juventud. El camino por recorrer es sinuoso y está lleno de obstáculos, pero pueden vencerse tomando conciencia de nuestros defectos y potenciando nuestras virtudes. La lectura de este libro brillante y emotivo invita a hacer el esfuerzo, porque Aguinis nos demuestra que vale la pena.





A causa de innumerables presiones, demandas y/o amenazas de inquisidores digitales (grupos editoriales y sus representantes legales), desde el 13-05
-17, me veo obligado a dejar de compartir toda clase de archivos que incluyan la descarga de   e-libros . 


Si algún autor o dueño de derechos, se siente perjudicado por este paupérrimo blog, por favor avísenme y prometo desincorporar sus datos en forma inmediata... GRACIAS.



 @níb@l  2019

viernes, 7 de septiembre de 2018

El irresistible encanto de lo prohibido, por Federico Andahazi


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“El irresistible encanto de lo prohibido”, 

por Federico Andahazi

La nueva columna del escritor para “Le doy mi palabra”.


Tenemos una suerte de primaverita. Y ustedes saben que estos días, activan los ánimos de varios. La gente, más liviana de ropas, empieza a sentir cosas. Son procesos químicos y psicológicos se asocian cultural y genéticamente con la fertilidad.
Crecen las plantas, crecen la las flores y crecen otras cosas. Entonces, empezamos a pensar menos en el dólar y dirigimos nuestra atención hacia otras cosas más interesante, por cierto. Se acrecienta, por ejemplo el tránsito en los lugares que abren sus puertas a las parejas deseosas de celebrar esta primaverita.
Los albergues transitorios, a ellos me refiero, fueron perdiendo popularidad. En los últimos años cerraron 50, y los que resisten saben que lo que esperan los clientes no siempre es lo que ellos pueden ofrecer.
José Capelo (el que representa a los telos) es el titular de la Federación Argentina de Hoteles de Alojamiento por Hora y secretario general de la cámara en la Ciudad. Capelo considera que el Estado no debería regular el modo en que la gente se relaciona íntimamente. ¿Por qué dice esto?
Porque el… ¡90% de las personas que consultan a los hoteles preguntan si admiten más de una pareja en la misma habitación o tríos!, por ejemplo.
Estas formas vienen del código de “Habilitaciones y verificaciones” promulgado en 1978 durante la dictadura militar. El argumento del sector hotelero es claro: quieren que llegue la democracia a los telos, por decirlo de una manera.
Existió un personaje muy encumbrado que estaba obsesionado con los hoteles alojamiento: “la tía Margarita”. Cuando en 1956 el general Aramburu declaró nula la Constitución de 1949, se topó con el cuestionamiento legal de diversos sectores: ¿cómo un gobierno de facto podía atribuirse la potestad de reformar la Constitución desde el momento en que su autoridad se basaba en la violación de la propia Constitución?
Esto derivó en una crisis con la Corte Suprema de Justicia. Para enmascarar el fraude y vestir este atropello con un manto de legalidad, el régimen convocó a una Convención Nacional Constituyente que convalidara la derogación de la Constitución de 1949. Así, los convencionales deberían ser electos por la voluntad popular. Pero el peronismo quedaba excluido de la posibilidad de ser elegido y de tener representación en la convención.
Desde el exilio, Perón llamó a votar en blanco. La fidelidad al líder fue evidente: en las elecciones del 28 de julio de 1957 el voto en blanco se quedó con la primera minoría superando a todas las fuerzas políticas que se presentaron. Pero pese a todo, continuó proscripto.
Con el Partido Justicialista otra vez prohibido de cara a las elecciones de 1958, Perón negocio un tibio apoyo a Frondizi. A cambio, Frondizi se comprometió a legalizar la CGT y a levantar la proscripción del peronismo.
Con el enorme caudal electoral del justicialismo prohibido, Arturo Frondizi ganó ampliamente las elecciones del 23 de febrero de 1958. Arturo Frondizi asumió la presidencia el 1º de mayo poniendo fin a la dictadura militar de Aramburu. Frente a las tensiones sociales en alza y a las presiones militares, el gobierno aplicó el Plan Conintes (Plan de Conmoción Interna del Estado), un programa que habilitaba a las fuerzas armadas a reprimir huelgas, disolver protestas y detener activistas para que pudieran ser juzgados por tribunales militares.
Frondizi terminó atado de manos por los militares, a punto tal que los sucesivos ministros de Economía, como Álvaro Alsogaray y Roberto Alemann, fueron impuestos desde los cuarteles. Y lo mismo sucedió en otros órdenes de la política. Años antes, el gobierno de facto de Aramburu había declarado inconstitucional el Reglamento de Procedimientos Contravencionales de Perón que otorgaba poderes judiciales a la policía, permitiéndole arrestar a prostitutas, homosexuales o disidentes políticos de manera sumaria. Pero Frondizi, para congraciarse con la Iglesia, anuló aquella resolución reinstaurando la legislación anterior, represiva y retrógrada.
En este contexto, durante la presidencia de Arturo Frondizi se encumbró uno de los personajes más oscuros y patéticos de la historia de los últimos años: el comisario Luis Margaride, un cruzado contra la homosexualidad y el adulterio. Un personaje con ribetes literarios.
Desde la Sección Moralidad el comisario se propuso “exterminar la homosexualidad”. Margaride no sólo organizaba feroces razias en diferentes locales para poner al descubierto y detener homosexuales e incluso parejas heterosexuales por el escandaloso hecho de que se besaran en la calle, sino que fue mucho más allá persiguiendo el santísimo propósito de extirpar el pecado de la ciudad de Buenos Aires, a la que veía como una Sodoma rediviva.
El comisario Margaride solía encabezar personalmente los allanamientos a numerosos hoteles alojamiento; en estos procedimientos, una comisión policial iba forzando las puertas, habitación por habitación, revisando e identificando a los sospechosos que se tapaban con las cobijas. Así, los pecadores sorprendidos debían dar explicaciones a los uniformados y, si resultaban ser adúlteros, eran inmediatamente denunciados a sus cónyuges por teléfono y luego conducidos a una comisaría.
Algunos años más tarde, en 1963, la película La cigarra no es un bicho, una comedia dirigida por Daniel Tinayre, satirizó estos operativos policiales tragicómicos y las contradicciones entre los nuevos vientos de libertad que empezaban a soplar en la década del 60 y el choque con los viejos moldes represivos aún vigentes. A causa de esta mojigatería activa y su puritanismo militante, Luis Margaride se ganó el mote popular de “Tía Margarita”.
El ejercicio de la libertad y el de la autoridad es un equilibrio muy delicado que a los argentinos nos cuesta encontrar. Pero la historia nos enseña un máxima inapelable: si ud. quiere que la gente desee profundamente algo, prohíbalo. Desde Adán y Eva, sabemos que nada seduce más que el sabor de lo prohibido.


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@nib@l 2018