Espert no parece Espert. De repente, esa impronta avasallante ha dado paso a otra persona. Alguien más bien moderado, al menos en un principio, que ha tenido la enorme gentileza de conceder una breve entrevista a Tribuna de Periodistas en medio de sus múltiples ocupaciones en Mendoza.
"Tengo media horita", dice José Luis Espert, al tiempo que se acomoda en unos de los cómodos sillones del hotel Sheraton. Luego "regalará" 45 minutos de su apretada agenda.
"Cada tanto vengo a Mendoza, me gusta", dispara el economista, en tono coloquial. Merece una explicación: Espert aterrizó en la provincia invitado por el Partido Demócrata a efectos de dar una charla en la emblemática sede de la calle Sarmiento.
"Sabemos que está armando un frente político de cada a 2019, ¿será de la mano del PD?", disparó este portal.
-No en el caso particular de Mendoza, al menos. Estamos conversando... hemos avanzado con el Partido Demócrata en Capital Federal, pero la idea es "frentista", es salvar un espacio que congregue la mayor cantidad de gente de partidos muy concentrados en algunas ideas básicas troncales para cambiar el país. Como la idea es frentista y es de interés nacional, estas conversaciones en principio las van a ver seguido de parte mía con distintos partidos.
-¿Qué opina de las ideas económicas que empezó a deslizar el electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro?
-Por lo que ha dicho, me parece muy sensato. La idea de tratar de hacer un acuerdo de libre comercio, de abrir la economía al libre comercio, de tratar de bajar los impuestos, bajar el gasto, una reforma provisional, son todas cosas que hay que hacer, incluso en la Argentina. Está muy bien. Dicho sea de paso, lo que hizo Macri en la Argentina fracasó de manera absoluta, fue un fracaso total.
-En su exposición de esta mañana, dijo que quería ver cómo se desenvuelve la economía en los próximos diez meses, ¿qué quiso decir?
-No recuerdo la pregunta que me hicieron, cómo venía, creo que me preguntaron por el 2020, 2021, y yo dije que no sé bien qué va a pasar en los próximos 5, 6 o 10 meses, para mí hablar de 2020, 2021 es hablar del siglo que viene. Yo veo 10 meses complicados, muy complicados.
-¿Por qué?
-Porque la economía creo que va a seguir en receso, vamos a seguir con alta inflación.
-En ese contexto, ¿cómo ve la situación de Mendoza?
-No conozco mucho la situación de Mendoza, sí he visto los números fiscales de la provincia y diría que están bastante ordenaditos. La preocupación que me ha transmitido mucha gente de bien de Mendoza tiene que ver con los "toques autoritarios" del actual gobernador Cornejo, en el intento de avanzar sobre la Corte Suprema. Pero en materia fiscal está bastante ordenadita la cosa.
-Justo hoy que vino a Mendoza, a Macri se le ocurrió gravar con impuesto a las Ganancias a puntuales indemnizaciones y la herencia de inmuebles... ¿qué opina?
-A la luz de los hechos, el gobierno de Macri ha sido un nuevo gobierno que, para solucionar la baja de déficit transitorio, recurrió a una suba de impuestos. Es la historia de siempre en Argentina. Como la crisis tuvo que ver con algún salto muy fuerte del tipo de cambio, se colocan retenciones y, en el medio de la crisis, si se puede se ponen otros impuestos o se suben otros impuestos como ha ocurrido ahora con Bienes Personales. Macri ha sido como cualquier otro gobierno fracasado pasado.
-Alguien dijo alguna vez que no hay nada más permanente que aquello que se propone como temporal, se podría aplicar a los impuestos...
-Sí. Por ejemplo el Impuesto al Cheque, Bienes Personales, son impuestos que están ya unos 17 años, el otro 25 años y fueron por una única vez en principio.
-Y eso que Macri admitió esta semana que se pagan muchos impuestos en Argentina...
-Yo no sé si Macri está fuera de la realidad o es cínico, pero debe ser alguna de las dos cosas. Es una tomada de pelo. Nos está reventando a impuestos y dice que los impuestos son altos.
-¿Estamos condenados al populismo?
-No sé si estamos condenados, hablar de una sociedad condenada es no verle ninguna chance de que salga de una trampa casi mortal ya, yo creo que tenemos alguna chance de salir. Mirá lo de Bolsonaro... esta suerte de outsiders, más este desencanto que hay entre la gente de a pie, de nosotros los laburantes con respecto a la clase política tradicional. Es lo que permite que se generen espacios como el que vamos construyendo.
-En su último libro pone el foco en la obsesión de los argentinos por el proteccionismo...
-Necesitamos sentido común... el país tiene que comerciar con el mundo, no puede vivir protegiéndose de lo que viene de afuera, que es la obsesión argentina del último medio siglo.
-También pone el foco en los sindicalistas vernáculos...
-¿Cómo es posible que hayamos armado una especie de oligarquía sindical al calor de leyes de la época de las cavernas? Hoy tenemos sindicalistas ricos y empleados pobres.
-¿Qué decir respecto de los empresarios argentinos?
-La Argentina tiene que cambiar, sacarse de encima a estos empresarios prebendarios, algunos de los cuales felizmente están presos. Fijate qué interesante: los empresarios presos que hay por los cuadernos de la corrupción, son los que están vinculados a la obra pública, Carlos Wagner, el ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, lo mismo que un ex vicepresidente de la UIA, Juan Carlos Lascurain, que es la central de proteccionismo argentino. No hay empresarios presos de los que están vinculados a comerciar con el mundo. Ni un empresario vitivinícola, un empresario agropecuario, un empresario del petróleo, fijate, de los que viven de venderle al mundo no hay ninguno preso. Sí los que viven de currar o con el Estado. Son los famosos sustituidores de importaciones.
-¿Entonces?
-Bueno, hay que tener otra élite empresaria, otra élite política, no puede ser que la gente viva miserablemente y el grueso de los políticos de Buenos Aires vivan en Avenida del Libertador o Puerto Madero.
-¿Cuándo sale su próximo libro?
-Mi próximo libro estará entre febrero y marzo dando vueltas.
@nib@l 2018