Las chicas de Rosewood
Anne no es como todas las niñas.
No tiene las mismas habilidades que los demás para comunicarse. Su familia resuelve entonces enviarla a un instituto de salud mental.
Al poco tiempo, pierden contacto con ella.
Anne ha desaparecido.
Baltimore, 1932. Aron Lewin es un joven periodista llegado hace poco a Estados Unidos tras escapar de una Europa que comienza a oprimir a los judíos. Descubre, casi por casualidad, una carta que lo pone sobre alerta acerca de un posible caso policial en el prestigioso Instituto Rosewood. Conmovido por la historia de una familia deshecha, decide investigar. Convoca a sumarse a la pesquisa al doctor Leo Kanner, a quien Aron conoce como uno de los compatriotas que también se han exiliado.
Entre los dos llevan adelante una compleja investigación de la que la carta inicial es apenas un minúsculo hilo de una madeja gigante. Se involucran, casi sin darse cuenta, de tal manera, que las vidas de los dos ya no son las mismas. En especial porque el caso de Anne, el que los puso sobre alerta de los otros casos, sigue sin resolverse. A medida que avanzan, a medida que descubren la trama, que comienza a exponerse un sistema perverso del que hasta los que parecen más inocentes son cómplices, el doctor Kanner también avanza, en paralelo, en circunscribir, en conocer, en explicar los trastornos del espectro autista, en cuyo estudio se vuelve pionero.