Nunca fui un ángel
Hija de la mafia
John Preston no era un buen tipo, aunque tampoco se enorgullecía de serlo. Al contrario, sabe muy bien que sólo es un hijo de puta con suerte. Y, quizás por esto, cuando le proponen matar al don de la mafia italiana, Giaconno Spavanta, acepta el encargo. Sólo es un muerto más en su dilatada carrera como profesional del crimen. Lo único que ignora es que el destino tiene otros planes para él y que deberá de arriesgar la vida para salvar a la mujer que ama.