Los bomberos de La Matanza, contra la intendenta Verónica Magario por la plata de la seguridad
La jefa comunal había dicho que el impuesto recaudado por el municipio se deriva a esa fuerza. Los oficiales le dijeron a TN Central que no les pagan lo que les corresponde.
El domingo pasado, el colectivero Leandro Alcaraz fue asesinado de un disparo. Dos hombres discutieron con él en el interno 130 de la línea 620, en la zona de Virrey del Pino, y uno de ellos lo mató de un balazo. El crimen no solo trajo un reclamo de la comunidad sino que produjo una fuerte pelea política entre Verónica Magario y María Eugenia Vidal por el dinero de la seguridad. La intendenta de La Matanza aseguró que les facilita suficiente dinero a los bomberos de su distrito para el equipamiento, pero no es tan así: desde esa fuerza hablaron con TN Central y relativizaron las palabras de la funcionaria.
En las tasas mensuales que el municipio del sur cobra en forma mensual, están los “gastos de seguridad”. Desde el gobierno de Magario deberían darle esa plata, como está dispuesto en una ordenanza, a los bomberos, entre otras fuerzas.
Durante una entrevista en América, Magario aseguró que ese dinero se reparte entre los patrulleros locales y los bomberos voluntarios. Según una ordenanza que se emitió durante el mandato de Fernando Espinoza, un porcentaje de lo recaudado por esa tasa de seguridad es para subsidiar a las fuerzas de bomberos del partido.
En Ramos Mejía se encuentra el cuartel central de bomberos de la localidad de La Matanza. De ahí se desprenden otros cinco destacamentos ubicados en Tapiales, Laferrere, Virrey del Pino, Iisidro Casanova y González Catán.
“Tenemos tres subsidios nacional, provincial y municipal. Este último es sacado por la tasa municipal. Lo pagan vencido. Hoy estamos terminando de cobrar lo de 2016, que es un siete por ciento: es un millón y pico. Se cobraba 20 pesos. Acá no recibimos la plata que dice Magario. Pedimos muchas audiencias. Siento mucha bronca”, comentó uno de los responsables de esa área, David Rodríguez.
Los propios bomberos aseguran que el financiamiento que reciben de parte de la municipalidad es menor al que indicó Magario ante los medios y que los pagos se acreditan con dos años de atraso. Los primeros días de marzo de 2018 recién cobraron un 80% de lo que correspondía a 2016. Todavía no saben cuanto tienen que percibir por el 2017 y como será el plan de pagos.
Rodríguez, integrante de la comisión directiva de los bomberos de Ramos Mejía, contó, además que la situación económica del cuerpo no es la mejor: “Hay camiones que no podemos usar porque necesitan reparación y son gastos que no podemos afrontar. Acá pagamos el combustible, los servicios y los gastos de todos los destacamentos”, sostuvo.
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