Es agotador, realmente. Tener que desmentir leyendas urbanas es casi insalubre. E interminable.
Cuando uno termina con un mito, aparecen otros tres. Y así sucesivamente. Ciertamente, es la lógica de la leyenda: una historia irreal que se difunde de boca en boca, hasta el hartazgo, para hacerla creíble.
Puede tener diversas intenciones: desde una operación hasta la idea de fastidiar en la web.
Como sea, en las últimas horas, apareció una nueva leyenda urbana, en el contexto de la incipiente crisis que vive el macrismo.
Según este nuevo cuento, “varios aviones privados aterrizaron todo el día de hoy en Calafate. Habría una reunión secreta en casa de la Porota (léase CFK). Está planeado un estallido social para el día martes pidiendo la renuncia de Macri y su gabinete”.
Por si lo antedicho no fuera lo suficientemente descabellado —y consecuentemente poco creíble—, el mito asegura que en el Senado de la Nación “elegirían a Cristina Fernández como presidente provisional de la Cámara Alta y desde ahí saltaría a la Presidencia cuando el gabinete quede acéfalo”.
Amén de que no hay una sola foto de los supuestos vuelos a El Calafate, debe mencionarse que existe una vicepresidenta, que es la sucesora natural de Macri si este quedara "fuera de juego". Se trata de Gabriela Michetti.
Luego aparece la figura de Federico Pinedo, que es el actual presidente provisional del Senado. Ergo, no es tan sencillo imponer a CFK como presidenta, como se pretende.
Incluso, apelando al más básico sentido común, es lógico inferir que a la expresidenta le convendría esperar que le estalle todo en las manos al oficialismo antes de intentar lo que sea.
Entonces, pregunto: ¿Se puede ser más incrédulo como para creer y difundir algo tan estúpido? ¿Quién dentro del peronismo apoyaría a alguien tan desprestigiado como Cristina? No vale responder sin antes poner la mano en el corazón.
La leyenda me ha llegado varias docenas de veces, siempre calcada, por parte de personas de diversos lugares del país, y se reprodujo en las redes sociales como reguero de pólvora. Como era de esperar, la historia generó fuerte preocupación e incertidumbre.
Por eso decidí escribir esta nota, para aventar inexistentes fantasmas… ya es casi mi especialidad. He hecho lo propio más de una veintena de veces, con historias de diversa índole que resultaron ser siempre falsas.
Lo hago con la esperanza de lograr inocular la mejor vacuna contra los mitos: el conocimiento y la incredulidad.
Solo basta hacer aquello que aconsejó hace tiempo el astrónomo y científico Neil DeGrasse Tyson: “Yo simplemente voy con lo que funciona. Y lo que funciona es el sano escepticismo inherente al método científico”.
@nib@l 2018
