Las mujeres que me han jodido la vida
El fin justifica los medios, y por ello no me arrepiento de nada de lo que he hecho.
Nunca imaginé llegar tan lejos porque mi futuro era poco o nada halagüeño, pero me aproveché de las circunstancias, sin preocuparme demasiado de quién salía perjudicado.
En mi profesión y con mi experiencia pocas cosas me sorprenden ya, y eso que he visto de todo, así que no debería afectarme tanto algo que pertenece al pasado.
Sin embargo, después de casi veinte años de silencio, ella se pone en contacto conmigo. Y no para felicitarme ni para saludarme, ni mucho menos para decirme que en un momento estúpido y nostálgico se ha acordado de mí. No. Quien me ha escrito a través de sus abogados es una hija de puta, con todas las letras. Nada que ver con la persona que conocí en el último año de colegio, cuando tan sólo era una estudiante brillante con problemas familiares, poco agraciada y sin recursos.
Que entonces me dejase tirado puede tildarse de cabronada, pero lo que ahora me exige es, como poco, ruin.
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