El sustituto
Mackie es un niño distinto. Dejadme citar al libro “El hombre entra por la ventana – huesudo, con abrigo negro – y coge al niño. Escapa sigilosamente, dejándose resbalar sobre el alfeizar, cierra la ventana, vuelve a colocar la mosquitera. Ya se ha ido. En la cuna hay otra cosa.[…] No es su hermano. Soy yo.”
En el pequeño pueblo de Gentry siempre han pasado estas cosas, niños que mueren o mejor dicho, niños que son robados y “otras cosas” que ocupan sus cunas y que mueren a las pocas semanas. Mackie Doyle es uno de esos niños, sin embargo él ha sobrevivido. Es “hijo” del pastor y de una enfermera del pueblo, ellos saben que Mackie es algo distinto. Alergia a la sangre y a todo aquello que contenga hierro, cualquier paso dentro de tierra consagrada le provoca quemaduras de segundo grado, definitivamente no es normal. Sin embargo al contrario que en otros casos su hermana Emma, su madre y su padre se ocupan de protegerle, lo más importante es que pase desapercibido. Cuchillos de plástico, nada de latas de conserva que le pueda provocar alergia, duchas antes de tocarle… su padre incluso construyo una parte de la iglesia fuera de tierra consagrada para que pueda dar catequesis con los otros niños.
Y siempre le recuerdan como un hombre que era “diferente” igual que Mackie fue acusado en el pasado de ser el culpable de las desapariciones de niños, y solo por ser diferente sus vecinos le dieron una paliza para posteriormente ahorcarlo y dejar su cuerpo colgado durante un mes. Por eso Mackie debe ser discreto, no llamar la atención, y es todo un experto, pese a que eso apenas le deje vivir.
Las cosas van un poco cuesta abajo cuando muere un nuevo niño: Natalie, la hermana de Tate, compañera del instituto de Mackie. Ahí es cuando la hipocresía y las ganas de intentar esconder la realidad debajo de la alfombra, por mucho que toda la ciudad lo intente con fuerza, mucha más gente de lo que parece sabe más de lo que aparenta, sobre todo Mackie. Y es a él a quién acude Tate intentando encontrar comprensión.
Sin embargo Mackie está ocupado “pasando desapercibido” con la ayuda de sus amigos: el guaperas Roswell y los gemelos Danny y Drew. También está intentando ligarse a la guapa oficial del instituto, y en general pasarlo bien, pese a que parece que su cuerpo está cada vez más débil como… como si se estuviera muriendo…
Mackie deberá reunir toda la información de lo que está pasando, haciendo que mucha gente de su entorno se enfrente a la verdad de lo que lleva años ocurriendo en Gentry y todo el mundo intenta negar, sobre todo cuando finalmente se encuentra con los que “son como él”: los monstruos.
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