Este martes, agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvieron al líder sindical de los Metrodelegados Néstor Segovia, cuando protestaba en la estación Las Heras de la línea H, en la Ciudad de Buenos Aires.
Junto con Segovia fueron arrestados otros sindicalistas del gremio del subte (Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro), quienes desde esta mañana encabezaban un reclamo en esa estación.
Ante esta situación, los Metrodelegados dispusieron un paro total en todas las líneas del subte, que comenzará este mediodía.
En las redes sociales muchos repudiaron la medida, pero muchos más la celebraron. El motivo es obvio: pocos lo quieren a Segovia, no solo por su encendida defensa del kirchnerismo, sino por sus métodos extorsivos a la hora de reclamar.
En noviembre del año pasado, llegó a ponerse violento contra un hombre y una mujer que lo cuestionaron. No fue la primera vez y todo indica que no será la última.
¿Quién es Segovia?
Segovia creció en la localidad de Moreno, también vivió en Chaco y Paraguay. Hoy vive en Once en un modesto departamento que le prestaron, y dos veces por semana vuelve a Moreno para visitar a los siete hijos que tuvo con su primera mujer. Además, tiene una nena con otra pareja.
“El Gordo” –como le dicen en los pasillos de Constitución- entró al sector de Taller en el 94, de acuerdo a una completísima nota publicada por La Política On Line en 2009.“Mentí para entrar a Metrovías: hice un currículum como mecánico”, dijo entonces Segovia, que desde los 15 años trabajó en confiterías –es maestro panadero-.
“Nunca me planteé ser delegado: me gustaba salir a bailar, tomar cerveza, divertirme, así que siendo casado igual me iba los sábados y aparecía el lunes. Tenía una vida bastante descontrolada”, reconoce Segovia.
Su situación cambiaría al momento en que comenzaron los problemas con la empresa. “A mí y a cuatro compañeros nos hicieron la cruz y nos sacaron la categoría”, explica y agrega: “Yo había ganado un concurso de un programa de coches españoles, trabajé una semana en eso y al que perdió, lo subieron como mecánico principal y a mí me pusieron como peón”.
La situación se habría repetido con otros trabajadores y en esos años, Segovia comenzó a hablar con sus compañeros el tema de ser delegado. “Estás loco”, le dijeron.
“Pero de a poco, fue sumando apoyos, hasta que logró agutinar una pequeña minoría que hoy es una mayoría absoluta dentro del gremio, y que lo ubica –desde hace unos diez años- como la voz autorizada del reclamo frente a la UTA”, según LPO.
Malas juntas
Dime con quien andas y te diré que tan mierda eres !!
@nib@l 2018