El chico gitano
Mi vida en el mundo secreto de los gitanos romaníes.
Mikey nació en una familia gitana romaní con una larga tradición como campeones de boxeo callejero, sin guantes. Se trata de una comunidad cerrada y se sabe muy poco sobre la vida en ella. Rara vez iba a la escuela y muy pocas veces se mezclaba con personas que no fueran gitanas; la caravana y el campamento eran su mundo. Lógico: después de siglos de persecución, los gitanos desconfían de los forasteros. La lealtad es un valor fundamental en la comunidad; si decides irte, nunca podrás volver, algo que Mikey sabe muy bien. Aunque ha heredado una cultura vibrante y leal, por la que siente orgullo, el legado de su familia es agridulce, con una historia oculta de dolor y abuso, que le puso ante una angustiosa disyuntiva: quedarse y guardar los secretos, o escapar y encontrar un lugar en el que pudiera encajar.
El chico gitano nos permite sumergirnos en un modo de vida y una cultura que pocas veces podemos conocer de cerca y a los que, a menudo, nos acercamos con demasiados prejuicios. A través de la historia personal de Walsh conseguimos saber más y disipar muchos de los mitos que hemos creado alrededor de la cultura gitana romaní. Pero también nos acerca a un relato duro, traumático, de un chico que tiene que alejarse de lo único que conoce para poder ser él mismo. «El libro de Walsh es austero y áspero. Su autor puede no ser un gran luchador, pero deja muchos golpes en cada página», afirma la reseña del New York Times.