La dulzura
La joven Gadea desaparece el mismo día en el que, en la estación madrileña de Atocha, los trenes estallan. Es un 11 de marzo. Sus hermanas Estela y Malena la buscan denodadamente, temen que estuviera en uno de aquellos trenes. Y la busca también Judá, escritor frustrado, enamorado de ella hasta el tuétano. Pero pasan las horas, los días, y no hay noticias de Gadea. Durante esa angustiosa búsqueda, los diversos personajes que la trataron rememoran el tiempo pasado junto a ella, el modo en que influyó en sus vidas, y las circunstancias que propiciaron su internamiento en un lóbrego centro psiquiátrico; una decisión adoptada por Eneko, su padre, un hombre marcado por el fundamentalismo religioso, cuyas obsesiones gravitan sobre el clan familiar.
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@níb@l 2018