Un largo camino a casa
Imagina tener cinco años, saber poco más que tu nombre y no haberte aventurado nunca más allá de los confines del pueblo de la India en el que vives. Imagina perder de vista a tu hermano, entrar por error en un tren, viajar por un tiempo que parece infinito y, al final del camino, verte catapultado a la ciudad más pobre y caótica del mundo: Calcuta. Parece una película, pero es la historia de Saroo. Aunque lo más extraordinario es lo que ocurrió veinticinco años más tarde, cuando Saroo, al que adoptó una familia australiana, decide tratar de encontrar a su madre y a sus hermanos. No tiene claro el nombre de su pueblo, pero recuerda una cisterna, un puente y el río al que iba a bañarse. Y pasa muchas tardes, con paciencia y determinación infinitas, examinando a través de Google Earth todas las líneas ferroviarias de la India, hasta hallar un lugar que le resulta familiar. Aunque solo hay un modo de descubrir si aquella es de verdad su casa y si aún queda alguien de su familia: ir en persona a investigarlo.