Los colectivos, la piedra en el zapato de Macri para seguir con la baja del déficit fiscal
Los subsidios al Transporte, en especial los destinados a los colectivos, serán uno de los principales objetivos del gobierno de ahora en más para continuar con la reducción del déficit primario y poder cumplir con la meta del 1,3% del PBI en 2019, ya que su importancia relativa creció ostensiblemente en los últimos dos años, en los que se prefirió poner la mira en las transferencias al sector energético.
Al asumir Mauricio Macri la Presidencia, los subsidios a los colectivos, incorporados en el Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte, representaban el 9,56% del total de las transferencias del Estado nacional a los sectores económicos, en las que las destinadas a la Energía, llevaban una cómoda delantera.
La estrategia oficial consistió desde un principio concentrar el grueso de los esfuerzos en la reducción de los subsidios energéticos, concentrados en CAMMESA para las compensaciones tarifarias y en ENARSA para la importación de combustibles.
El doble propósito consistió en reducir el peso de los subsidios en el déficit -que al asumir Macri superaban incluso a todo el rojo financiero- y en hacer más atractivos los precios de los hidrocarburos y las tarifas de los servicios de energía eléctrica para potenciales inversores.
Si bien hubo subas en el Transporte -100% del pasaje mínimo de colectivo en el AMBA en 2016- fueron mucho menores que las que se aplicaron en otros servicios como el de gas o de la energía eléctrica, en el convencimiento de que los subsidios a colectivos y trenes benefician a usuarios que en su mayor parte son de clase media y baja, en tanto se intentó atenuar los efectos en esos sectores sociales con tarifas específicas para los otros servicios.
La desigual reducción de la factura de los servicios derivó en una situación inédita, parcialmente interrumpida en junio de este año por la importación de gas: por primera vez desde que se instalaron los subsidios en forma generalizada, el sector Transportedemandó más recursos que el Energético.
Ese cambio en la composición sectorial de los subsidios se reflejó en un notorio aumento de la participación de las transferencias para compensar la tarifa del autotransporte de pasajeros: el 9,56% mencionado en 2015 hoy es un 18,59%. Casi la quinta parte del total de los subsidios van al boleto de colectivos.
Los subsidios a todo el Transporte (automotor, ferroviario y aerocomercial) alcanzó en el primer semestre de este año a $39.512 millones, de los que $ 19.482 millones correspondieron a los colectivos y micros de media y larga distancia, de acuerdo con la información suministrada por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Las asignaciones para el transporte ferroviario se canalizaron en su mayor parte a través de dos empresas públicas, Administradora de Recursos Humanos Ferroviarios($9.920 millones) y Operador Ferroviario S.E. ($3.798 millones), que tienen como objeto atender los gastos en personal de cinco de las siete líneas de ferrocarril.
Con una incidencia menor se anotaron dos empresas privadas: Ferrovías ($1.230 millones) y Metrovías ($605 millones, concesionarias de las líneas Belgrano Norte y Urquiza, respectivamente.
Por primera vez, este año no se prevén subsidios para el transporte aerocomercial. En su conferencia de prensa, el ministro Guillermo Dietrich admitió implícitamente que la devaluación del segundo trimestre alteró las previsiones en el área, al decir que “a principios de año no estaban estas variaciones de costos”, entre las que citó el precio de los combustibles, del propio material rodante importado y, además, de una paritaria que estableció un incremento salarial del 25,5%, diez puntos más de los que el Gobierno esperaba sellar hasta no hace muchos meses.
Ese nuevo escenario tornó insuficientes los aumentos de febrero, abril y junio, que juntos representaron una suba del 66,6%.
Con los nuevos incrementos de agosto, septiembre y octubre, el incremento del pasaje mínimo de colectivo en AMBA será de 116,6% en 2018 y del 333,3% desde la asunción de Macri y Dietrich.
Pero los $ 13 que costará el pasaje mínimo a partir del 15 de octubre no serán el final de la historia. La comparación con las tarifas en el resto del país así lo sugiere, ya que aun con este sexto aumento en el año los porteños seguirán pagando un viaje más barato que la mayoría de los habitantes del resto del país. Por lo que, entonces, es lícito preguntarse:
¿Seguirán aumentando las tarifas del autotransporte en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano en 2019?
¿Una eventual nueva corrida cambiaria se trasladará también al pasaje de los colectivos?
¿Será el boleto la variable de ajuste si el año que viene se corre el riesgo de no cumplir con la meta de déficit primario del 1,3% del PBI?
Quizás en una futura conferencia de Dietrich se conozcan las respuestas.
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El monopolio de Zbikoski se lleva $1.200 millones en subsidios
julio 19th, 2017 | por laopiniondiaria
La cifra es increíble, pero la sumatoria de todos los subsidios nacionales recibidos por las empresas Casimiro Zbikoski, Tipoka SA, Nuestra Señora del Rosario y Bencivenga desde el año 2006 hasta octubre del 2016, es de $1.164.093.457, según revela el estudio de diario La Nación basado en la información suministrada por el Ministerio de Transporte de la Nación.
Si a esa escandalosa cifra se le suma lo que percibieron estas empresas desde octubre del año pasado a la fecha, superan holgadamente los $1.200 millones de subsidios nacionales, a lo que hay que sumarle los subsidios provinciales y municipales.
El ministro entonces ministro de Transporte, Florencio Randazzo, y sus funcionarios usaron datos precisos y no declaraciones juradas, descubrieron que mensualmente se entregaban subsidios por 13 millones de metros cúbicos de gasoil cuyo consumo no se podía justificar con los recorridos. Los datos de kilómetros recorridos permitieron detectar que, sólo en el área metropolitana, se pagaban por compensaciones al combustible 30 millones de pesos de más por mes. Se calculó que sólo en la cuenta de gasoil se podrían haber pagado a los colectivos del área metropolitana alrededor de 600 millones de pesos más por año (a valores de 2014).
Lo grave, es que pese a que los subsidios fueron drásticamente reducidos en las jurisdicciones que se aplico el sistema SUBE, los funcionarios de la actual gestión, en abril del 2016 aumentaron un 33% a las empresas del interior, como lo son las del grupo Casimiro y sus satélites, premiando así a las empresas que mantienen sistemas de contabilidad inaccesibles al control del Estado, quién ciego, sordo y bobo les otorga mensualmente millones de pesos con solo una declaración jurada.
@nib@l 2018