Hermenegildo Sábat, a través de sus 12 caricaturas más recordadas
De Julio Cortázar a Mauricio Macri, la obra del artista que murió a los 85 años dejó una huella imborrable en la cultura argentina.
De Julio Cortázar a Mauricio Macri, la obra del artista que murió a los 85 años dejó una huella imborrable en la cultura argentina.
Hermenegildo “Menchi” Sábat murió a los 85 años, pero vivirá siempre en el recuerdo de los argentinos a través de sus caricaturas. Del dictador Jorge Rafael Videla a la pelea por el poder entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri, el artista hizo historia con sus dibujos. Sus ilustraciones recrearon, además, a numerosos artistas y personalidades de la idiosincrasia argentina.
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Durante la última dictadura militar, a pesar del control sobre lo que se publicaba en los medios, “Menchi” hizo la primera caricatura de una
Hermenegildo “Menchi” Sábat murió a los 85 años, pero vivirá siempre en el recuerdo de los argentinos a través de sus caricaturas. Del dictador Jorge Rafael Videla a la pelea por el poder entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri, el artista hizo historia con sus dibujos. Sus ilustraciones recrearon, además, a numerosos artistas y personalidades de la idiosincrasia argentina.
Durante la última dictadura militar, a pesar del control sobre lo que se publicaba en los medios, “Menchi” hizo la primera caricatura de una persona que tuviera un cargo público. En 1976 Clarín imprimió el retrato de Guillermo Bravo, que en ese entonces era secretario de Comercio. También en 1978 caricaturizó al dictador Jorge Rafael Videla.
Con la llegada de la democracia, Sábat representó al expresidente Raúl Alfonsín junto a la leyenda del tango Carlos Gardel. Cuando el exmandatario dejó la presidencia también lo dibujó junto al cantante, mientras le levanta la mano como a los campeones de boxeo. Esta vez, Alfonsín no tiene buen semblante.
El dibujante ilustró además al expresidente Carlos Menem aferrado al sillón de Rivadavia, como una forma de mostrar la obsesión del riojano por el poder.
En 2008, durante la disputa del Gobierno de Cristina Kirchner con los medios de comunicación, ilustró a la entonces presidenta con una cinta cruzada en la boca. En su momento, la entonces presidenta interpretó que se trató de un mensaje “cuasi mafioso”. En 2017 se publicó en Clarín una imagen parecida, que también desató su enojo ya que lo consideró un ataque por su condición de mujer y acusó a Sábat de violencia de género.
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