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martes, 8 de junio de 2021

Al rescate de Irina -- Adrián Henríquez


     


Al rescate de Irina  



Irina, al igual que Elena de Troya está maldita por su belleza. Obligada a prostituirse por uno de los proxenetas más importantes de Cuba, la joven es considerada la jinetera más famosa de la isla. Entre sus clientes se encuentran coroneles y generales. Normalmente estos la usan para que participe en las orgías organizadas para poderosos gobernantes y figuras internacionales que visitan la isla. Su misión es satisfacerlos, grabarlos y luego reportar sus gustos y obsesiones a los jerarcas del Politburó. La oportunidad de salirse de ese mundo le llega con Manuel Mendoza. Un experimentado asesino, aparentemente un anciano, que la ayuda a escapar hacia los Estados Unidos. Pero una vez en México sus planes se ven frustrados cuando es capturada por el cártel del Golfo (aliados del general Sandoval) y enviada al Rancho Bacanales… el prostíbulo de esclavas sexuales más famoso de Veracruz. En Bacanales tendrá que “trabajar” hasta ser devuelta a los generales cubanos… aunque el cártel comete el error de subestimar la inteligencia de la joven prostituta y la de sus poderosos aliados. Una visita cruel y real al mundo de la esclavitud sexual…


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@nib@l 2021 

domingo, 19 de agosto de 2018

Los supremos -- Irina Hauser





Los supremos 





«¡Alto ahí!» El grito de película tronó a mis espaldas. Me di vuelta pensando que era para otro, pero era para mí. Con la torpeza de quien entra por primera vez en el Palacio de Justicia, un verdadero laberinto (y no es metáfora kafkiana), no advertí que estaba a punto de tomarme un ascensor que tenía un inmenso cartel al costado que decía: “Uso exclusivo señores ministros de la Corte Suprema”. Sólo había leído “Corte Suprema”, que era adonde yo me dirigía con mi libreta de periodista, hecha un manojo de nervios. Por suerte ese día de 1999 tenía una cita convenida de antemano, facilitada por un generoso colega. Quedé impresionada con la inmensidad del despacho que me recibió, su olor a madera añeja, una pared colmada de libros pesados, arañas en el techo, muebles recién lustrados y el vaso de whisky de mi interlocutor.
Así empieza Irina Hauser a contar su ingreso en el Palacio de Tribunales donde deliberaba la Corte Suprema de Justicia en tiempos de Carlos Menem, cuando sus integrantes eran nueve, habían sido elegidos a dedo, y la mayoría era “automática”. Durante esos años golpeó puertas, esperó horas en pasillos, persiguió a ordenanzas, tuvo que charlotear con ascensoristas y con policías que custodiaban el espacio sagrado de los cortesanos de turno.
¿Cómo son “los supremos”, esos hombres y mujeres que conforman un cuerpo colegiado que posee un poder omnímodo? Su palabra es la última siempre y puede hundir al país en un desastre económico o salvarlo de múltiples peligros. A partir de la renovación de Néstor Kirchner, los nuevos jueces fueron personajes visibles. Raúl Zaffaroni, Carmen Argibay, Elena Highton, Ricardo Lorenzetti hablaban en público, mientras los viejos sobrevivientes Enrique Petracchi, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda se resistían a perder protagonismo. Aquella Corte produjo fallos que fueron hitos. Pero en cierto momento se replegó sobre intereses propios. ¿Cuán independiente fue ese tribunal --y cuánto lo es el actual-- de los intereses políticos y económicos que presionan a los gobiernos? ¿Cuál es la incidencia de Lorenzetti en el humor de la Corte? ¿A qué aspira?
La atrapante investigación de Irina Hauser corre el velo de un cuerpo de élite que conserva los modos y prácticas de la aristocracia palaciega, enigmático, intimidante y desconocido hasta ahora.





A causa de innumerables presiones, demandas y/o amenazas de inquisidores digitales (grupos editoriales y sus representantes legales), desde el 13-05-17, me veo obligado a dejar de compartir toda clase de archivos que incluyan e-libros . 


Si algún autor o dueño de derechos, se siente perjudicado por este paupérrimo blog, por favor avísenme y prometo desincorporar sus datos en forma inmediata... GRACIAS.



 @níb@l  2018