El tapiz amarillo
Publicado por primera vez en 1892, El tapiz amarillo está escrito como el diario secreto de una mujer que, debilitado su gusto por el matrimonio y la maternidad, es obligada a una cura de reposo en el campo para remediar su «condición nerviosa», que en realidad sólo era una depresión posparto. Aunque ella desea escribir, su esposo y doctor se lo prohíbe, prescribiendo en cambio pasividad completa. Encerrada en su habitación, la protagonista crea una realidad propia más allá del dibujo hipnótico del desteñido tapiz amarillo, un dibujo que ha venido a simbolizar su propia reclusión. Narrado con soberbia precisión psicológica y dramática, El tapiz amarillo se destaca no sólo por la autenticidad imaginativa con la que pinta el descenso a la locura de una mujer, sino también por la fuerza de su testimonio de la importancia que la libertad y el auto empoderamiento tienen para la mujer.