El arquitecto del universo
Hay ciudades donde las piedras encierran la historia del mundo entero. Juntando polvo, madera, metal y piedras preciosas, el maestro Sinan había construido los palacios más hermosos de Estambul para celebrar la gloria de los sultanes y encubrir sus delitos. A su servicio trabajaban los mejores técnicos y artesanos, y Jahan era su hombre de confianza. Había llegado de la India con solo doce años, a principios del siglo XVI, y llevaba consigo a Xota, un elefante blanco que encandiló a la corte y enamoró a Mirihmah, la hija del sultán. Cuando se conocieron, Jahan era un simple aprendiz y ella la heredera de un gran imperio; sus manos nunca se cruzaron, pero la complicidad entre los dos creó un mundo aparte, donde el deseo era un aroma que llenaba el aire. Hay pasiones que viven de nuestra imaginación. Jahan sabía que su amor solo podría dibujarse en el aire, pero eso poco le importó. Los consejos del viejo Sinan y el rostro de la joven mujer siguieron a Jahan a lo largo de los años, mientras iba dirigiendo la construcción de las grandes mezquitas de la ciudad, pero el tiempo no perdona. Ahora, poco antes de morir, el hombre cuenta por fin su historia y revela los secretos que aprendió de su maestro, unas palabras que nos llevarán al centro del universo, ese lugar donde todo es posible, incluso la felicidad.