Diga 33. Anecdotario medico
El presente libro reúne en sus páginas algunas anécdotas médicas dignas de contarse, como la de llamar al pediatra pederasta, o la de confundir una biopsia con una autopsia, o ir al dentista con «pedorrea» en vez de piorrea. Su procedencia es muy variada: muchas las ha vivido el propio autor en el curso de veinticinco años de ejercicio profesional; otras, se las han contado colegas durante divertidas tertulias o han sido recopiladas de los escasos anecdotarios que se han publicado. En cualquier caso, créanselas todas sin excepción; la realidad es muchas veces más divertida que la ficción.