El humor en Borges
Este libro tiene una tesis muy sencilla: que leer a Borges es con frecuencia divertido. De la misma manera que su forma de escribir resulta una inquietante mezcla entre lo real y lo extraño, lo que ha permitido acuñar la denominación de «borgesiano», también ha sabido aderezar esa mezcla con humor. Toda la obra de Borges es una indagación de las posibilidades literarias del humor, desde las ironías más sutiles hasta los chistes más escatológicos, de lo aparentemente sublime a lo inevitablemente ridículo. En unos casos es una simple frase; en otros casos el humor contamina todo el edificio literario. Sin embargo, el asunto del humor apenas ha sido considerado por la crítica. Sus temas filosóficos, sociales, políticos o culturales, sus estrategias narrativas, su cosmopolitismo, sus coceptos de literatura, cultura, Dios, el universo, es decir, sus facetas más serias han sido el objeto de estudio y análisis. Se ha eludido así algo que teóricamente no corresponde a un tipo de escritura preconcebida: la escritura seria y sesuda. Y sin embargo, esos golpes de humor constituyen el principal recurso de Borges para suscitar la complicidad del lector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario